Un presupuesto para complacer a AMLO

JUAN CHÁVEZ

La sumisión al hombre que vive en La Chingada (Palenque) rodeado de soldados a título de custodia, se advierte en el Presupuesto.

Por eso AMLO mantuvo en la secretaría de Hacienda a “su” hombre: Rogelio Ramírez de la O.

Denise Dresser escribió que “La 4T “izquierdista” está reduciendo al Estado a su mínima expresión, para gastar en lo que sí le preocupa. Las tres P’s: Pemex, programas sociales y punitivismo militarizado.

“El presupuesto enseña lo que valora un gobierno. El presupuesto evidencia cuáles son las prioridades, cuáles son las restricciones, y cuáles son los rubros que se quieren sacrificar. Demuestra lo impulsado y lo sacrificado. Y el presupuesto federal para el 2025 retrata a la administración de Claudia Sheinbaum. Un gobierno pauperizado por lo que su predecesor gastó; acorralado por la deuda y los gastos comprometidos que heredó, presionado por el petro-nacionalismo que impulsa y las obras inservibles que prometió terminar.

“La prioridad no es la innovación, ni la educación, ni la salud, ni el medio ambiente, ni la cultura, ni crear las condiciones para que los pobres dejen de serlo. No busca reaccionar ante la realidad, sino seguir financiando una manía. No intenta encarar la crisis fiscal, sino seguir fingiendo que no existe. En nombre de la austeridad, recorta lo que realmente importa”.

El presupuesto sigue acumulando deuda pública. La filosofía del gobierno es gastar hoy y dejar la cuenta a las futuras generaciones. Lo peor es que mucho de este gasto es irracional. Importa más jugar con trenecitos, por ejemplo, que dar servicios de salud a quienes menos tienen.

El presupuesto ya incluye algunos aumentos en impuestos, como el de la minería y el de los pasajeros de cruceros. La propuesta de Ricardo Monreal de hacer una “reforma fiscal”, sin embargo, apunta hacia dónde va el gobierno. “Reforma fiscal” es un eufemismo que significa “aumento de impuestos”.

Quizá lo peor es que el gasto que se está presupuestando es en muchos casos irracional. Las empresas del Estado, que por decreto presidencial ya no son “productivas”, recibirán subsidios enormes. Pemex, una de las pocas petroleras del mundo que pierde dinero, obtendrá un apoyo de 136 mil millones de pesos para el pago de amortizaciones de su deuda de mercado, mientras que sus proveedores tendrán que seguir suplicando sus pagos. A la Comisión Federal de Electricidad se le entregarán otros 85 mil millones de pesos. Hacienda ha presupuestado 189 mil millones de pesos para “programas prioritarios de inversión”, pero 139 mil millones serán para trenes que están condenados a perder dinero. De este monto, 40 mil millones se dedicarán al Tren Maya que supuestamente ya debería estar terminado.

El gobierno eroga crecientes montos en dádivas y programas sociales que compran votos y menos en los servicios públicos que son la razón por la que se nos obliga a pagar impuestos.

“El gasto en pensiones contributivas, no contributivas y programas sociales en 2025 representará 46.51% de los ingresos tributarios”, explica Gabriela Siller de Grupo Financiero BASE.

Además, “el costo financiero de la deuda representa 26.21% de los ingresos tributarios”. Cada vez hay “menos espacio para otros rubros como salud, educación e infraestructura”.

Cuando menos durante 2025, Claudia Sheinbaum cobrará como Presidenta pero administrará el séptimo año de gobierno de López Obrador. No es probablemente lo que hubiera querido, pero es el compromiso que hizo con su predecesor, que la escogió, como se está viendo, porque era quien más tendría deudas con él y quien más difícilmente podría deslindarse de él.

El Presupuesto para el próximo año así lo subraya, aunque, habría que recordar, también será para cubrir los miles de millones de pesos que se inyectaron para que Sheinbaum ganara la elección presidencial.

www.entresemana.mx

Check Also

EL OTRO DATO/ ¿Qué quiso decir con “vamos a salir adelante en 2025”?

JUAN CHÁVEZ Acaso es un tácito reconocimiento de que ¿“estamos muy atrás”, de que nos …