ROBERTO VIZCAÍNO
A una semana a de estallado el tsunami de popularidad-electoral llamado Xóchitl Gálvez, serenados los ánimos entre analistas y líderes políticos, cobra fuerza en PAN, PRI y PRD y el resto del Frente Amplio X México la idea de apoyarla con todo para que salga adelante como candidata de unidad.
Ha sido tal el impacto de su posible llegada a la Presidencia de México que ya hay quienes dentro de los tres partidos y las organizaciones empresariales y de la sociedad civil que integran al Frente que plantean irse “con todo” por su postulación.
El análisis es simple:
México vive un sistema político electoral de partidos. Sin estos es difícil acceder a cargos de elección. Menos aún a la Presidencia de México.
Cualquier aspirante a un cargo de elección, Xóchilt entre ellos, necesitaría de la estructura y red territorial de PAN, PRI y PRD para tener posibilidades de triunfo.
Esto es: promotores electorales, representantes ante instituciones electorales locales, dirigentes de sectores, activistas, líderes de grupos -estudiantes, campesinos, comerciantes, sindicalizados, taxistas, locatarios de mercados, etc-etc-, representantes en casillas, y todo el entramado de operación política y electoral.
La hidalguense tiene hoy miles de simpatizantes. Pero estos no tienen experiencia en nada de lo anterior.
Y además carece de cuadros que estructuren cada uno de los pasos de un proceso electoral en cada municipio, en cada uno de los 300 distritos electorales, en cada una de las 5 regiones, en cada estado y a nivel nacional.
Eso lo tienen PAN, PRI y PRD.
En estas circunstancias y contexto, Xóchitl es para Marko Cortes, Alejandro Alito Moreno y Jesús Zambrano un inesperado y bendito billete premiado de la Lotería Electoral Nacional.
Ellos la van a arropar con todo eso. Y obviamente van a aprovechar para consolidar su votación y alejar a sus tres partidos de la cancelación de su registro.
Lo explico de esta manera:
En México existen más-menos 100 millones de ciudadanos registrados en la Lista Nominal, Son quienes cuentan con credencial de elector y pueden participar votar el 4 de junio de 2024.
Las elecciones anteriores -de 2021,2022 y 2023- dejaron claro que la mitad de ellos no vota. Se abstienen. Pero si existe una motivación como la que ha generado la hidalguense, quizá varios millones de ellos lo harían por las fuerzas que la podrían representar. Es decir: por PAN, PRI y PRD.
AMLO y Morena más aliados del PT y Verde andan por los 20 millones de votos.
Si Xóchitl obtuviera 35 o 40 millones de votos, estaríamos hablando de que PAN, PRI y PRD tendrían quizá el 70 por ciento de los diputados y senadores en la siguiente legislatura.
Habría PAN, PRI y PRD para un buen de años más.
Eso lo han valorado ya Marco, Alito y Zambrano. Y no lo van a dejar pasar.
Ellos irán a liderar, coordinar sus grupos en San Lázaro y en el Senado. Y transferirán las presidencias de sus partidos hacia fines de 2024 a algunos de sus círculos de poder.
Una muestra de que ya midieron esta perspectiva, es que “inocentemente”. De buena onda, le pidieron a José Ángel Gurría quedarse en el Frente Amplio como cabeza del grupo que diseñará el Plan Nacional para el siguiente gobierno. Es decir, el de Xóchitl.
O sea, ya le organizaron su plan de gobierno. Y ella estará encantada porque si bien tiene idea de qué hacer, pues qué mejor que alguien como Gurría la ayude a diseñar un Plan para la recuperación de México luego del desastre que dejará Andrés Manuel López Obrador.
Por ahí andan las cosas entre opositores.
ACUERDOS ENTRE EMBAJADOR Y COORDINADOR
Quien ha demostrado ser un incansable buscador de oportunidades para su gobierno y país, es el embajador de EU Ken Salazar.
Ayer el diplomático tuvo un encuentro con el presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado, el chiapaneco Eduardo Ramírez con quien conversó sobre cuestiones económicas y de cooperación binacional.
Al concluir el encuentro, Ramírez destacó la reunión derivó en acuerdos para profundizar soluciones en curso respecto de diferentes conflictos por afectaciones al T-MEC.
Estuvo presente igual la relación migratoria y las tensiones que genera el regreso de migrantes de otras naciones a territorio mexicano.
Ramírez dijo que las conversaciones con el embajador Salazar abordaron las oportunidades que plantea plantearon el desafío de una relación vecinal en la que igual existen intereses turísticos, que comerciales o educativos, y de intercambio de productos esenciales para cada una de las dos naciones.
Un primer encuentro que plantea grandes perspectivas dentro de una relación compleja, indicó.
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