ROBERTO VIZCAÍNO. Las consultas abiertas y el Panel por venir de EU y Canadá dentro del T-MEC no tienen que ver ni con la soberanía ni el control del petróleo, ni de la energía eléctrica de México.
No. Lo que cuestionan es la violación a las reglas acordadas en el T.MEC en el campo de la competencia económica, y el desarrollo a partir de la ampliación de producción de energías limpias.
Así que los llamados de Andrés Manuel López Obrador a defender la soberanía de México en petróleo y electricidad lo colocan en el nivel del desvarío psiquiátrico… o de la búsqueda de un pretexto para romper con el T-MEC.
Es, o se hace el loquito en una discusión técnico-jurídica que se va a debatir en tribunales internacionales.
Nada que esté bajo su control.
El asunto es sencillo: si se comprueba que sus acciones gubernamentales y políticas violan lo establecido en el T-MEC en cuanto a la libertad de empresas e inversión, pues habrá sanciones. Si no paga, se establecen aranceles compensatorios. Si no los acepta, EU y Canadá cancelan importaciones mexicanas y la economía en este país se hunde. Y además México es sujeto de embargos por parte de los afectados.
¿En este escenario dónde queda la soberanía reclamada por AMLO? ¿Qué canción del Chico Che nos podrá salvar?
DESDE CHIAPAS, MONREAL PRESENTA SU PROYECTO SOCIAL
En un evento convocado por Eduardo Ramírez, expresidente del Senado, Ricardo Monreal presentó la propuesta social de su Proyecto de Nación hacia el 2024, en el que considera necesario consolidar un sistema de bienestar universal para dar solución a los problemas sociales complejos que enfrenta México.
Sin dar el menor espacio a una posible reacción negativa del presidente Andrés Manuel López Obrador, dejando atrás a todo vapor a sus contendientes dentro de Morena (a saber: Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Adán Augusto López) y poniéndose lejos de cualquier propuesta similar de la oposición, el plan de Política Social de Monreal se enfoca centralmente en el combate a la pobreza y en el desarrollo del campo mexicano.
Claro, todo ello arropado con un profundo proyecto de reorientación y recuperación económica basado en una nueva Reforma Fiscal y Hacendaria, propuesta apenas el pasado fin de semana.
Así de rápido va el zacatecano.
Esta vez, desde Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, Monreal reconoció los cambios impulsados por el presidente Andrés Manuel López Obrador que ahora, dijo, es necesario profundizar. O sea, para que no diga el tabasqueño que lo está dejando fuera.
Se debe consolidar un sistema de bienestar universal a través de una política social integral con programas, acciones y estrategias que se fortalezcan y complementen entre sí en la solución de los complejos problemas sociales que enfrenta México, enfatizó.
Ello reclama concretar la creación de un sistema de salud de cobertura universal de calidad, que atienda todas las enfermedades.
Igual debe establecerse un ingreso básico universal, junto a un seguro de desempleo, financiado con contribuciones tripartitas, así como un sistema de pensiones mixto, contributivo, por un lado, y compensado con el ingreso básico garantizado, por el otro.
“Debemos construir un verdadero Estado de bienestar, y una de sus metas será que la clase media no solamente se fortalezca, sino que crezca y se robustezca, como resultado de la disminución de la pobreza”, apunto.
Todo esto implica replantear el rol del Estado y una nueva forma de recaudación fiscal, por ello la importancia de una Reforma Fiscal.
“Sólo así podremos articular un programa de rescate, recuperación y reconstrucción económica y social, que haga posible recobrar el crecimiento económico equitativo que teníamos antes de la pandemia”, asentó.
El campo debe orientarse a alcanzar la autosuficiencia alimentaria y garantizar que nadie en México se quede sin comer. Para ello se debe inverrtir en el sector.
Hoy, dijo, 7 millones de mexicanos trabajan en el campo, de ellos, el 67 por ciento recibe menos de 5 salarios mínimos: el 27 por ciento no percibe ingreso por su labor, denunció.
Esta situación exige incrementar la inversión pública, dar asistencia técnica, impulsar la innovación tecnológica, aumentar los salarios del campesinado, y dar acceso al crédito y a los mercados locales, nacionales y globales.
Es urgente, afirmó, dar acceso a la educación a la población rural, a la niñez que habita en el campo, e impulsar el acceso de los jóvenes a la universidad y a la educación superior.
De igual forma debe establecerse un programa para combatirse el rezago educativo y la alfabetización entre personas adultas mayores.
La certificación de capacidades de jóvenes del medio rural, subrayó, daría herramientas para alcanzar valor agregado a la producción primaria; “promoviendo el arraigo con oportunidades podremos evitar la migración forzada”, dijo.
Su tesis es que “el campo es solución y no problema; así lo estamos planteando en nuestro proyecto de nación, y así lo demostraremos”, concluyó.
O sea: un plan social muy distinto al de dar dinero en directo a sectores de la población.
[email protected] / Twitter: @_Vizcaino / Facebook / https://www.facebook.com/rvizcainoa