ROBERTO VIZCAÍNO
Alfredo Jalife-Rahme es un personaje difícil de defender.
He tenido la enorme fortuna de nunca haber coincidido con él en algún medio en los que he colaborado en mis 53 años de vida periodística y hablo de El Heraldo de México, Excélsior, El Diario de México, Proceso-Cisa, Canal 13, unomásuno, Diario Imagen y El Independiente.
Ni en ningún evento en los que he participado. Por lo que se, él nunca ha ejercido el periodismo desde alguna redacción. Es sólo un opinador que ha cobrado notoriedad justamente por sus calumnias y exageraciones.
Alguna vez intenté escuchar una de sus intervenciones en la radio y luego leer algún artículo suyo. Fue algo repulsivo.
Me encontré sin embargo con sorpresa que algunos conocidos y amigos lo respetaban. Nunca entendí eso como no entiendo cómo es posible que tengamos este presidente del cuando muchos dijimos desde muchísimo antes que era un peligro para México.
Acostumbrado a mentir y difamar a quien se le ponga enfrente, a construir fantasías y complots mundiales, el “médico, profesor, conferencista, escritor, columnista y analista político mexicano” -como se le describe en Wikipedia- fue denunciado el año pasado por Tatiana Clouthier por atribuirle delitos que no había cometido.
Jalife la acusó en algún medio de haberse robado el litio de México para dárselo a EU.
Tatiana interpuso su denuncia en Monterrey, Nuevo León, donde el castigo por difamación y calumnias se castiga con prisión.
El acusado fue detenido el martes 5 en la Ciudad de México por agentes de la Fiscalía de la controvertida Ernestina Godoy en la CDMX.
No sé si el caso hubiera cobrado alguna notoriedad si Clouthier no hubiera sido designada como coordinadora de Vocerías por Claudia Sheinbaum.
Me sorprende que a raíz de eso surjan especulaciones de que Jalife pudiera haber sido detenido como parte de una trama de ajustes de cuentas entre fracciones de Morena.
Hay quienes dicen que este personaje fue a prisión porque apoyaba al exgobernador de Tabasco y exsecretario de Gobernación Adán Augusto López mientras que Tatiana es cercana a Claudia Sheinbaum.
Para apoyar esta versión, se afirma que es justo cuando Tatiana asume esta vocería con Sheinbaum cuando Ernestina Godoy ordena su aprehensión y no lo hizo desde hace un año en que Tatiana interpone la denuncia.
El caso es que la detención de Jalife ha levantado una ola de apoyos hacia su persona desde los medios. Y se esgrime como un pésimo signo para el futuro de la prensa, los reporteros, analistas, columnistas y editorialistas críticos al régimen.
Hay quienes incluso hablan de un atentado a la Libertad de Expresión y de Información.
Todo eso ocurre cuando otra ola ciudadana y de analistas, periodistas, medios, editorialistas y columnistas, así como políticos y dirigentes de diversos sectores exigen que se respete el principio de que “La Ley es la Ley” en razón de que el presidente Andrés Manuel López Obrador exclamó aquello de “no me vengan con que la Ley es la Ley”.
Es por ello que en el caso Jalife habría que comenzar a ver de qué lado estamos.
Si la Ley es la Ley, la norma a la que está sujeto -según el estado donde lo denunció Tatiana-, reclama sea puesto en prisión.
Si el reclamo popular -ciudadano, y de todos los sectores mencionados-, exige que lo de la Ley es la Ley sea sólo respetada por el presidente y el resto del sector público, y no por personajes como Jalife, pues ya estamos en otra cosa.
Sorprendidos por este asunto, AMLO y otros muchos, incluidos periodistas, advirtieron que las denuncias por difamación y calumnias en contra de periodistas o personajes del medio de la información, la crítica y la opinión, deben ser interpuestas ante un juez civil y no penal.
Pero se da el caso de que, mientras no haya una reforma que la anule, la Ley de Nuevo León por estos delitos se castiga con prisión. Y eso viene de años.
Otro caso es que desde los medios se ha querido quemar en leña verde a Tatiana por haber denunciado a Jalife. Y algunos hasta le atribuyen ser la responsable de su detención. Como si el Juez y la fiscal le hubieran preguntado a Clouthier: “oye que te parece si lo detenemos el martes”; y ella hubiera contestado: “¡Uy! ¡Claro que sí! ¡me encantaría!”. Y zas, vino la aprehensión.
Por supuesto que Tatiana buscó que Jalife fuese llevado a prisión. Por ello lo denunció penalmente. Pero todo lo demás es circunstancial.
En fin. No exageremos. Al menos yo no veo en este caso un ataque a la Libertad de Expresión como sí lo veo en todas las agresiones lanzadas por AMLO desde su mañanera hacia medios y periodistas y sus críticos y opositores. Nada que ver lo primero con lo segundo.
“MEXICO VIVE UNA PRIMAVERA DEMOCRÁTICA”: RIVERA RIVERA
La presidenta del Senado, la morenista tlaxcalteca Ana Lilia Rivera consider´´o ayer que es tal el grado de democratización del país que este sólo requiere “la profesionalización de las autoridades o ciudadanos que estén al frente de las instituciones”.
Al encabezar la entrega de reconocimientos a alumnos que concluyeron la Maestría en Derecho Electoral, la senadora afirmó que esa disciplina es el instrumento para garantizar que la democracia, a la que calificó como el “alma de la nación”, se exprese de manera más justa y equitativa.
“Lo más importante en este momento, donde en México estamos viviendo momentos importantes, es que los profesionistas que estudian el Derecho Electoral en las instituciones nos ayuden a perfeccionar este modelo, que es el único que garantiza la paz social, la integración de las minorías, la inclusión de todas y todos en un país que deseamos y anhelamos sea para todas y todos los mexicanos en igualdad…
“La democracia no solamente es una figura jurídica como forma de gobierno, la democracia es una forma de vida”, subrayó.
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