>> Más de 1,500 líderes y 200 expertos advierten que los primeros cuatro tienen que ver con el clima. También alertan sobre los resultados adversos de la IA, la desinformación, la migración involuntaria y la polarización social
Ciudad de México, 12 de enero (entresemana.mx). Casi dos décadas de datos originales sobre el riesgo global se reflejan en el Informe Global de Riesgos 2024 dado a conocer por el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés). Los hallazgos sobre el futuro venidero lucen más que inquietantes, pues en términos generales la próxima década marcará el comienzo de un período de cambios cruciales llevando nuestra capacidad de adaptación al límite.
La Encuesta anual de Percepción de Riesgos Globales reúne la inteligencia colectiva de casi 1,500 líderes globales en el mundo académico, empresarial, gubernamental, la comunidad internacional y la sociedad civil.
También ofrece la opinión de más de 200 expertos temáticos, incluidos los especialistas en riesgos que forman la Junta Asesora del Informe Global de Riesgos, el Consejo Global del Futuro sobre Riesgos Complejos y la Comunidad de Directores de Riesgos.
Eventos climáticos extremos, el número 1
El documento en principio explora los riesgos actuales más graves, y aquellos clasificados en los puestos más altos según los encuestados, durante un período de dos años. Sin embargo, pone especial enfasis en los peligros que acechan a la humanidad para la próxima década y plantea un panorama deteriorado delineado por problemas climáticos, geoestratégicos, cambios tecnológicos y demográficos.
Los eventos climáticos extremos ocupan el primer sitio del listado sobre los 10 mayores riesgos globales para la próxima década. Le siguen otros tres también relacionados con la crisis ambiental: el cambio crítico en los sistemas terrestres, la pérdida de biodiversidad y colapso de los ecosistemas, y la escasez de recursos naturales.
En la posición cinco está la desinformación (“misinformation”) relacionada con la difusión involuntaria o accidental de información incorrecta o engañosa. Y también la desinformación (“disinformation”) que implica la difusión deliberada y planificada de información falsa con la intención de engañar, manipular o influir en la opinión pública.
En el sexto lugar están los resultados adversos de las tecnologías de IA; en séptimo la migración involuntaria, seguida de la inseguridad cibernética y de la polarización social. En décima posición figura la contaminación.
Panorama mundial deteriorado
Comparando los marcos temporales de dos y diez años se revela un panorama mundial de riesgos deteriorado. 33 de los 34 riesgos globales aumentan en puntuación de gravedad a lo largo del tiempo más prolongado, reflejando las preocupaciones de los encuestados sobre la frecuencia o intensidad creciente de estos riesgos durante el curso de 10 años.
Los riesgos ambientales y tecnológicos se encuentran entre los que se espera que empeoren más en gravedad durante este período y dominan el panorama de riesgos globales a largo plazo.
Casi todos los riesgos ambientales están incluidos en los 10 primeros puestos para la próxima década. Por si fuera poco, el informe indica que los esfuerzos de adaptación al cambio climático están quedando rezagados en velocidad y escala, exponiendo cada vez más a las sociedades a impactos ambientales a los cuales podrían ser incapaces de adaptarse, alimentando el desplazamiento y la migración.
Las trayectorias actuales del calentamiento global indican que al menos un «punto de inflexión climático» podría ser superado en los próximos 10 años. Bajo casi todos los escenarios del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), el umbral de 1.5°C se cruzará a principios de la década de 2030.
Según las investigaciones más recientes, al menos cuatro sistemas se consideran propensos a cambiar a 1.5°C: la extinción de los arrecifes de coral de bajos niveles de latitud (alta confianza), el colapso de las capas de hielo de Groenlandia y la Antártida Occidental (alta confianza) y el deshielo abrupto del permafrost (mediana confianza).
Los resultados de la Encuesta anual de Percepción de Riesgos Globales resaltan percepciones divergentes en torno a la urgencia comparativa de los riesgos ambientales.
Los encuestados más jóvenes priorizan como una preocupación más urgente la pérdida de biodiversidad y el colapso del ecosistema, y el cambio crítico en los sistemas terrestres.
También son evidentes las preocupaciones sobre las posibles implicaciones de los recientes desarrollos tecnológicos. Se espera que los resultados adversos de las tecnologías de IA experimenten uno de los mayores deterioros en gravedad.
Se estima que en los próximos 10 años se vea reflejada la naturaleza sistémica o incluso existencial de los riesgos relacionados a medida que la IA penetre en los sistemas económicos, sociales y políticos.
La proliferación descontrolada de tecnologías de IA cada vez más poderosas y de propósito general transformará radicalmente las economías y sociedades en la próxima década, tanto para bien como para mal. Junto con los beneficios en productividad y avances en campos tan diversos como la salud, la educación y el cambio climático, la IA avanzada conlleva importantes riesgos sociales.
También interactuará con avances paralelos en otras tecnologías, desde la computación cuántica hasta la biología sintética, amplificando las consecuencias adversas planteadas por estos desarrollos de vanguardia. No se requiere un mal uso intencional para que las implicaciones sean profundas. Surgirán riesgos novedosos a partir de modelos de IA generativa que se auto mejoran y que obtienen un control creciente sobre el mundo físico, desencadenando cambios a gran escala en las estructuras socioeconómicas.
Las principales preocupaciones citadas por los encuestados incluyen la desinformación, pérdida de empleo y desplazamiento, el uso criminal y ciberataques, el sesgo y discriminación, el uso en la toma de decisiones críticas tanto por organizaciones como por estados, así como la integración de la IA en armamento y guerra.
La velocidad de los avances, la profundidad del poder de mercado y la importancia estratégica de la industria seguirán desafiando el apetito y la capacidad regulatoria de las instituciones de gobierno. Los riesgos aguas abajo podrían poner en peligro los sistemas políticos, los mercados económicos y la seguridad y estabilidad globales.
El informe concluye que el mundo está experimentando múltiples transformaciones estructurales a largo plazo: el ascenso de la IA, el cambio climático, un cambio en la distribución geopolítica del poder y transiciones demográficas. Las expone como fuerzas estructurales globales y que están “cargadas de impulso”.
@kromafilm
Con información del periódico La Crónica