>> Los impuestos constituyen la política más efectiva para reducir el consumo de cigarrillos
>> Fumadores tendrían que pagar 3 pesos más por breva. Ocho de cada 10 mexicanas y mexicanos están de acuerdo
>> Mediante Encuesta Nacional sobre percepción de impuestos al Tabaco, Dinamia, INSP y Salud Justa, revelan la posición de la población sobre este gravamen como medida para reducir el tabaquismo y los gastos en el sector salud
Guillermo Pimentel Balderas
Ciudad de México, 05 de mayo (entresemana.mx). El consumo de tabaco representa una enorme carga sanitaria y económica en México, con un alto costo de salud pública y que, los impuestos al tabaco no logran cubrir esos costos.
Hay estudios que han difundido medios de comunicación especializados que la industria tabacalera en México es un sector económico muy reducido que apenas genera el 0.01% de los empleos en el país.
Se asegura que dado el tamaño del sector en la economía, un aumento del impuesto sobre el tabaco no conduciría a una pérdida significativa de empleo en el país, por el contrario, bajo ciertas condiciones, podría crear más trabajos en otros sectores más dinámicos.
Los impuestos al tabaco constituyen la política más efectiva para reducir el consumo de cigarrillos y que la Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere que la carga tributaria total del tabaco, la suma del Impuesto al Valor Agregado (IVA) e impuestos especiales como el Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), se ubique en el 75 % del precio final de la cajetilla.
“Lo deseable y eficiente (se especifica en Ranson, et al. 2000; WHO, 2010), es que una reforma impositiva al IEPS en tabaco, deberá centrarse en el componente específico, con el fin de poder incidir aún más en la reducción de su consumo.
La doctora Luz Myriam Reynales Shigematsu del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), en breve charla con este reportero, al término de la conferencia de prensa: “Presentación de resultados de la Encuesta Nacional sobre Percepción Social al Aumento de Impuestos al Tabaco”, menciona que la salud es el área positiva y que, “de ahí tenemos que trabajar de manera coordinada para reducir el consumo de tabaco, el consumo de alcohol, el de bebidas azucaradas y de los alimentos ultraprocesados para controlar la hipertensión, controlar la obesidad y juntos con las políticas de todos estos factores de riesgo, lograr su reducción, y de la carga de la morbi mortalidad por enfermedades crónicas”.
La profesionista dejo entrever que le llama mucho la atención de que, en especial, de los productos “denominados chatarra” sean todavía demandados por la población. “Posiblemente, dice, podría ser por una campaña publicitaria pobre por parte del gobierno, en contrario al que hacen las empresas con la invasión desde los medios electrónicos, principalmente, para inducir a su consumo… sin importar los sellos o círculos negros que tengan… pues los siguen comprando”.
Comenta: “Yo tengo un empaquetado y etiquetado, pero también tengo que hacer cumplir la prohibición total de publicidad; también tengo que subir los impuestos, también tengo que tener ambientes libres (en el caso del tabaco) y ofertar tratamientos… porque pensé que la política funciona, pero funciona de manera sinérgica, cuando las otras políticas se implementan también de manera correcta y sostenida…”.
Señala que hay encuestas oficiales, del gobierno como la Encuesta Global de Tabaquismo en Adultos y, la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco, donde también se revelan que la población esta de acuerdo en el incremento a los impuestos al tabaco. Apunta: “Es la Encuesta Global de Tabaquismo en Adultos 2023, que realizamos con la Secretaria de Salud en conjunto, se reitera esta afirmación.
Adelanta que se va a correr la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco, ahora en el 2025, y que también tiene incluido ese cuestionario de preguntas, “eso nos ayuda ir monitorizando en la población y a tener un indicador de apoyo”.
El gobierno ha hecho su tarea… pero al parecer no la ha hecho bien en poner más atención en la venta de los cigarros sueltos y de los de contrabando. Opina: “hay estrategias y para el tema del contrabando es la adherencia, ratificación del protocolo de comercio ilícito”.
¿Se ve poca vigilancia…? Señala: “Exactamente y lo que hay que hacer es una campaña de transparencia, para que no les vendan cigarros sueltos a los chicos y que sean los padres de familia y los maestros en las escuelas quienes apoyen la negativa de compra”.
Afirma que “la política fiscal es una política noble demostrada con su efectividad y que tiene beneficios en salud, beneficios económicos y beneficia a los mas vulnerables: jóvenes, mujeres y poblaciones de menores ingresos”.
Afirma que sí hay confianza en el gobierno, en sus autoridades del sector salud, porque se han comprometido al alcance de las metas de desarrollo sostenible y a las metas de prevención y control de las enfermedades crónicas.
Encuesta Nacional…
En la ciudad de México, hace días, representantes de la sociedad civil: Omar Gutiérrez Bayardi de Dinamia Consultoría en Investigación S.C., la Dra. Luz Myriam Reynales Shigematsu del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) y Claudia Moreno Torres de Salud Justa Mx, en conferencia de prensa presentaron los resultados de la Encuesta Nacional sobre percepción de impuestos al Tabaco y dieron a conocer que la ciudadanía está lista para respaldar ampliamente medidas efectivas para reducir el tabaquismo, protejan la salud y bajar los gastos en el sector salud.
Al respecto la doctora Luz Myriam Reynales Shigematsu del INSP redondeo la aseveración de que los impuestos al tabaco son una herramienta de salud pública, costo-efectiva, que reduce el inicio del consumo entre los jóvenes no fumadores, la prevalencia de consumo entre los adultos fumadores y las recaídas entre los exfumadores.
“Un incremento a los impuestos de 3 pesos por cigarro le permitiría a México alcanzar las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y reducir la prevalencia de consumo tabaco de 15.6% a 12.5% con beneficios a la salud individual y poblacional en los 10 años siguientes”, destaca.
Por su parte, Omar Gutiérrez Bayardi, dio a conocer algunas de las averiguaciones más destacados de la encuesta que, arroja que en la población entrevistada existe un consenso sobre el daño que provoca fumar: 98% lo considera dañino y el 96% reconoce que el humo del cigarro es perjudicial.
Expone que se encontró que 79% de las mexicanas y los mexicanos están de acuerdo con que se aumente el impuesto a los cigarros para prevenir el consumo y proteger la salud; respecto a las personas que fuman el apoyo es de 64%. Los encuestados consideran que el dinero recaudado debe destinarse a la salud y la educación de la población, principalmente, afirma.
En tanto, la profesionista Claudia Moreno de Salud Justa Mx, recuerda que en México se lleva más de 14 años sin un aumento real, lo que ha erosionado el efecto disuasivo del precio.
“Si los impuestos no aumentan más rápido que la inflación, su impacto en la reducción del consumo se debilita. El Informe sobre la epidemia mundial de tabaquismo 2023 confirma que, en México, de las seis políticas del paquete MPOWER, el componente de impuestos no alcanza los estándares requeridos por la OMS/OPS”.
Entonces, Claudia Moreno considera que los resultados que presentaron en la rueda de prensa, confirman que la ciudadanía está lista para respaldar ampliamente medidas efectivas que protejan la salud. “Uno de estos casos es elevar el impuesto al tabaco (3 pesos por cigarro) que, es una de esas medidas justa, legítima y eficaz”, subraya.