ROBERTO CIENFUEGOS J. @RoCienfuegos1
La pregunta clave al término del segundo y último debate el jueves 18 de mayo entre Delfina Gómez y Alejandra del Moral sigue siendo: ¿quién ganará de las dos el cuatro de junio próximo? La mayoría de las encuestas apunta a Delfina, pero al mirar el debate y la calidad de las respuestas de cada una de ellas, subsiste la duda.
Un hecho es claro sin embargo: Delfina prefirió la retórica. Alejandra hizo propuestas, y presentó los montos para financiarlas.
Los electores mexiquenses, conscientes o no de esta diferencia clave entre ambas contendientes, votarán el primer domingo de junio por una de estas alternativas políticas. Las consecuencias de su voto definirán buena parte de la vida de casi 18 millones de personas en esa entidad, gobernada por más de 90 años por el Partido Revolucionario Institucional. Quien gane, tendrá el mérito además de convertirse en la primera mujer gobernadora de los mexiquenses. No es un dato ni hecho menor, sobre todo cuando otra mujer, Claudia Sheinbaum, compite con ahínco desbordado por la candidatura presidencial de Morena. Sí, el actual es un tiempo para las mujeres, aun cuando también es un hecho que las neuronas no tienen sexo, pero sí características.
Habrá que ver cuántos de los 12 millones de ciudadanos inscritos en el padrón electoral mexiquense, el mayor del país, acuden a las urnas para depositar un voto que tendrá además un impacto directo en las próximas elecciones presidenciales del 2024.
Hay mucho en juego, claro. Para Delfina será su segunda oportunidad al bate de radicarse en Toluca, pero Alejandra no se arredra, y confía en el paraguas de la coalición, cuyo futuro también se escribirá en el Estado de México.
Delfina confía en el aparato y la maquinaria del poder creciente de Morena, y en particular en el respaldo absoluto del presidente Andrés Manuel López Obrador, que repitió la apuesta por la ex titular de Educación para el Estado de México. Delfina asume que esto le bastará y sobrará para conquistar esta vez el poder de la Entidad. Pero esta confianza desbarrancó o al menos nole hizo bien al abanderado de Morena, Pablo Vargas, cuando compitió por la alcaldía de Pachuca en las intermedias del 2021, donde el priista Sergio Baños, se alzó con la victoria y trajo de regreso al tricolor a la capital hidalguense.
Alejandra, sin el apoyo del gobernador y su correligionario al mismo tiempo, Alfredo del Mazo, sabe que su elección está cuesta arriba, pero ella está echada “pálante”.
Durante el debate del jueves 18 de mayo pasado, cuatro fueron los bloques temáticos abordados: seguridad y justicia; economía y empleo; educación; medio ambiente y desarrollo sustentable. La moderadora, Ginarely Valencia, planteó a las aspirantes preguntas de la ciudadanía recogidas mediante internet.
En el debate, Alejandra reivindicó un virtual empate con Delfina. “Caballo que alcanza, gana”, argumentó.
Delfina le recordó a Alejandra que ya una vez la derrotó, cuando ambas contendieron por una senaduría. Es cierto. Alejandra hizo ver que ella no tiene patrón y que su único compromiso es con el pueblo y las familias del Estado de México, donde suma una trayectoria como funcionaria pública de casi 20 años, sin mancha. “Yo sí tengo autoridad moral”, espetó Alejandra al rostro de Delfina, recolectora de fondos en Texcoco para Morena mediante el diezmo a los empleados de ese municipio.
Durante el debate de una hora, ambas delinearon acciones y compromisos con sus electores. Delfina apostó a la consigna y enunciados de la Cuarta Transformación. Más de una vez ni siquiera agotó su tiempo disponible, por lo que la moderadora Valencia, que actuó bien a secas, la invitó a usar todo su espacio.
Alejandra, 20 años más joven y autoproclamada “millenial”, fue más estructurada en sus propuestas y compromisos. Aportó, además, montos concretos, metas tangibles, y consumió con exactitud todo el tiempo que tuvo disponible para argumentar a favor de su causa.
Delfina soltó: “Cuando la ambición es más grande que la dignidad, se recurre a la guerra sucia y las mentiras. Debe ser frustrante ver cómo pasan las horas, los días y los meses y no lograste avanzar un solo punto en las preferencias. El tiempo se te acabó, los apoyos se te acabaron, te vas quedando sola”.
Pero vino el revire: “Me da mucho gusto, Delfina, que empieces a debatir. No te enojes, enójate con los que te dicen mentiras”, dijo Del Moral con una sonrisa al tiempo que enfocó su mirada a donde se encontraban los asesores de Gómez en el Instituto Electoral mexiquense, sede del debate.
Delfina repitió una frase bien conocida desde sus tiempos de titular de Educación Pública: “Vamos requetebién”.
Prácticamente al cierre del evento, Delfina exhibió ante las cámaras un facsímil de la boleta electoral, y vinculó a cada uno de los partidos que postularon a Del Moral con la corrupción: el PAN, “corrupción”; el PRD, “corrupción”; Nueva Alianza, “más corrupción”. Cuando apuntó al PRI, dijo: “indudablemente, superrecontracorrupción”.
Antes, Alejandra vinculó a Morena con un empeoramiento de las situaciones y dijo que el partido guinda encabeza un cambio que destruye. Pregúntale, dijo a Delfina, a la gente que vive en Tamaulipas, Zacatecas y Colima, tres de los Estados más violentos del país, gobernados por Morena. “A nosotros nos mueve el amor; a ellos los mueve el odio, el rencor”, remató.
Delfina volvió a la retórica: “El cambio es imparable, están desesperados, pero llegó el momento del pueblo”, dijo. “Les vamos a dar una lección de dignidad; es la lucha del desprotegido y el desposeído contra el poderoso”.
Del Moral planteó la restitución del plan de estancias infantiles y las escuelas de tiempo completo; ampliar el programa Salario Rosa y crear el Salario Familiar, con cobertura para todos los integrantes de una familia, incluidas las mascotas; en materia de seguridad, anunció la contratación de 10.000 nuevos elementos policiales, la construcción de dos nuevos C5 y la instalación de miles de cámaras en el transporte público; prometió otorgar créditos a la palabra a mujeres emprendedoras; construir ocho nuevas universidades y becar a estudiantes en educación superior.
Al término del debate, el conductor Carlos González, de Noticias AMX, entrevistó a Del Moral, quien ratificó su convicción de que ganará el 4 de junio. Delfina rehusó el espacio.
¿Qué ocurrirá? Las encuestas anticipan el triunfo de Delfina. Del Moral confía en su capacidad, según ha dicho. Ya se verá, pero desde ahora queda claro que Morena tendrá que rifársela para ganar, algo que nadie imaginaba hace poco tiempo. Alejandra ha salido respondona.
“¿Te comprometes a respetar el resultado de esta elección?”, preguntó Alejandra. La Morenista guardó silencio y obvió una respuesta. Haga usted sus apuestas.
Morena va por todo, pero la alianza tiene lo suyo, y faltan muy pocos días para saber si se prolonga una hegemonía, que esta vez ya no sería absoluta, de casi cien años, o llega un cambio radical de la mano de una mujer al estado cuna hace poco menos de cuatro siglos de nada menos que de la Monja Jerónima, Sor Juana Inés de la Cruz.
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