ROBERTO CIENFUEGOS J. De no haber una solución, como parece que no habrá al menos en el corto plazo, la huelga de Notimex, la Agencia de Noticias del Estado Mexicano, cumplirá muy pronto 30, sí, treinta meses, en un conflicto que acumula más preguntas que respuestas y plantea una enorme, gigantesca incógnita sobre cuáles son los intereses y/o motivaciones reales y concretas que pudieran explicar semejante estado de cosas en una entidad de la administración pública federal.
La pregunta esencial, básica, es: ¿por qué no se resuelve la huelga o se toman decisiones finales al respecto, que pongan fin a una hemorragia de recursos públicos y al castigo de periodistas de este medio con una saña e insensibilidad totales? ¿Es posible asumir que el Estado mexicano carece de la capacidad para resolver un conflicto laboral, que le atañe de manera directa? De éstas surgen otras interrogantes: ¿Acaso los afiliados al Sindicato Único de Trabajadores de Notimex desean la muerte de una agencia que por más de medio siglo constituyó un escaparate noticioso mexicano? Y si es así ¿cuáles serían los dividendos y/o ganancias de ver cerrada una fuente de empleo? Hasta ahora, el Sutnotimex mantiene una postura abierta al diálogo para resolver el conflicto, al menos eso ha dicho públicamente. Es cierto que equivocó la estrategia para la defensa de sus agremiados ante el embate de la Dirección apenas ésta asumió funciones en marzo de 2019, pero es claro que ya pagó la factura con una huelga prolongada, extenuante y sin resultados a la vista, así sus demandas de respeto al Contrato Colectivo de Trabajo y rechazo a decenas de despidos injustificados, resulten justificadas y legítimas. Contar los días de huelga, lanzar una que otra protesta cada vez más escuálida, y atender invitaciones a eventos internacionales no resuelve prácticamente nada para los trabajadores que soportan una huelga, que impacta el ingreso económico y la seguridad del empleo en tiempos más que difíciles en México para los periodistas, acosados, ultrajados y aún martirizados como pocas veces en la historia contemporánea del país. Doce periodistas ultimados en los primeros seis meses de este año constituyen un reflejo de la dificultad del ejercicio periodístico en el país. Una huelga sin resolver, otro. ¿O es que acaso algunos periodistas mueren a balazos y otros en el desempleo y bajo el asedio económico que impone una huelga?
Siguen las preguntas. ¿Beneficia esta huelga de manera directa a la Dirección de Notimex? ¿Cuáles son los motivos de fondo para rehusar la solución del conflicto? Una lógica sana indica que nunca una huelga, último recurso de defensa de los trabajadores, será algo positivo, favorable o propicio para una empresa, cualquiera que ésta sea. ¿O sí? ¿Por qué? ¿Cuáles son las ganancias para Notimex de esta parálisis, inconcebible? Es cierto, los salarios de la Dirección y asociados a ésta, se siguen cubriendo religiosamente, algo que estaría contraviniendo la ley en medio de una huelga. ¿Es todo?
Hace sólo unos cuantos días, la Secretaría de Gobernación reconoció su falta de capacidad para establecer un diálogo conciliatorio con la dirección de Notimex que conduzca a un acuerdo y la solución de la huelga. ¿Falta de capacidad? ¿Eso admitieron los titulares de las Unidades de Gobierno y de Normatividad y Medios, William Castillo y Manuel Marroquín Pineda, respectivamente? ¿Y entonces?
Según Sutnotimex, ambos funcionarios reconocieron que Notimex tampoco responde al llamado de la Secretaría de Gobernación para dar atención a la huelga. ¿En serio?
Trascendió que la propuesta fue que las y los trabajadores asuman el costo y presenten una propuesta de liquidación (que se presentaría al secretario de Gobernación, para su consideración), o de lo contrario, la huelga se extendería todo el sexenio. ¿Así nomás?
Esto contrasta agudamente con el compromiso del gobierno federal de respetar los derechos laborales y de huelga, así como la libertad sindical y de asociación.
Agregue usted una pregunta más: ¿Dónde están los millones de pesos del erario destinados por más de dos años a una Notimex prácticamente paralizada? ¿Cómo se justifica ese gasto?
Se estima que al cierre de este año, Notimex habría gastado más de 600 millones de pesos del presupuesto asignado por el legislativo, pese a una extensa huelga. ¿No derivarían de esto responsabilidades administrativas y aún penales? ¿O tampoco hay ese riesgo? Es otra de las preguntas clave que ameritarían respuestas claras. ¿No hay quién nos informe sobre esto de manera fehaciente y con apego al derecho que nos rige?
@RoCienfuegos1