ROBERTO CIENFUEGOS J. Ya en el tercer año de la pandemia del coronavirus y en medio de varias alertas, dignas de atender, sobre el peligro para la salud de millones de personas, en México los indicios de una eventual subestimación del riesgo del Covid-19, en su quinta, si, quinta ola, podrían conducir a una nueva y casi seguramente compleja situación asociada con esta enfermedad, aún y esto se minimice.
Aun cuando las autoridades de la Ciudad de México e incluso del gobierno federal se refugian en argumentos como la vacunación extendida entre la población, el bajo riesgo letal que representa la enfermedad y el conocimiento que tiene la población sobre los cuidados y/o medidas pertinentes, no sobra insistir, de nueva cuenta, en el peligro del virus del Covid-19 para la salud en este caso específico de los mexicanos, muchos de los cuales suponen que ya se salvaron de enfermar. Este mensaje también parecen enviar las autoridades sanitarias del país, ya sea porque no desean alarmar una vez más a la población o porque prefieren ahorrarse al menos una campaña de concientización sobre el tema. Pero esas posturas oficiales podrían ser contraproducentes de mantenerse las tendencias observables sobre el curso de la enfermedad y aún las voces autorizadas que están advirtiendo de riesgos crecientes.
Hace apenas unas horas, el gobierno de Washington, por ejemplo, pidió a la población que renueve su cautela sobre el COVID-19. Junto con este llamado, enfatizó la importancia de que aquellas personas elegibles se apliquen una vacuna de refuerzo, e incluso retomen el uso de mascarillas en espacios interiores, en momentos en que dos variantes altamente contagiosas se propagan rápidamente por todo el país.
Estas dos nuevas variantes, conocidas como BA.4 y BA.5, derivan de la mutación de ómicron, responsable predominantemente de toda la propagación del virus en Estados Unidos, y que resultan incluso más contagiosas que sus predecesoras. Los médicos de la Casa Blanca subrayaron la importancia de recibir vacunas de refuerzo, incluso si una persona contrajo el virus recientemente.
La doctora Rochelle Walensky, directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, hizo ver que en estos momentos, muchos estadounidenses que no tienen las vacunas necesarias, deberían ponerse al día con sus dosis contra el COVID-19. También ratificó que mantener el esquema de vacunación al día brinda una mejor protección contra un cuadro grave de la enfermedad.
Recordó que el número de hospitalizaciones por COVID-19 en Estados Unidos se ha duplicado desde abril, lo que deja al descubierto la propagación de las nuevas subvariantes, aunque el número de muertes permanece estable en alrededor de 300 al día, una cifra claro que no es menor aun en ese país de unos 300 millones de personas.
A estos señalamientos se añadió un pronunciamiento de la Organización Mundial de la Salud, según el cual el COVID-19 sigue siendo una emergencia mundial.
El Comité de Emergencia, que forman expertos independientes, dijo en un comunicado emitido en Ginebra que el aumento de casos, la evolución viral en curso y la presión sobre los servicios de salud en varios países significan que la situación sigue siendo una emergencia.
Se recordó que los casos informados a la OMS repuntaron un 30% en la última quincena, aun cuando el comité aceptó que el incremento de la inmunidad de la población, en gran parte por las vacunas, había visto un “desacoplamiento” entre casos de hospitalizaciones y muertes.
Pero el director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, también dijo que hay nuevas oleadas del virus, que demuestran una vez más que el COVID-19 está lejos de haber terminado.
Tedros pidió incluso a los gobiernos actuar con medidas que ya se han demostrado eficaces.
Indicó que conforme aumentan las hospitalizaciones y la transmisión de coronavirus, los gobiernos deben implementar medidas como el uso de mascarillas, una ventilación mejorada y protocolos de detección y tratamiento temprano.
El virus, dijo, corre libremente y los países no están gestionando eficazmente la carga de la enfermedad en función de su capacidad.
En México, apenas la víspera, se informó un crecimiento exponencial de casos en las últimas 24 horas con 36 mil 334 nuevos contagios y 92 fallecidos, la cifra más alta desde el 7 de junio cuando la Secretaría de Salud reanudo los informes cotidianos sobre el número de muertos y enfermos.
En la capital, Claudia Sheinbaum, ha admitido un repunte de casos, pero h descartado hasta el momento la adopción de medidas adicionales, confiando en que la enfermedad se mantendrá bajo control. La mandataria también ha insistido en que se mantengan las medidas de prevención ya conocidas, entre ellas la sana distancia, el uso de cubrebocas y el lavado frecuente de manos. Añadió que su gobierno mantiene el monitoreo constante del curso de la pandemia. Cosa de ver si esto bastará para impedir que la situación salga de su cauce.
No obstante y vistas así las cosas, la pregunta es: ¿Sobraría una nueva campaña oficial, en los ámbitos correspondientes, para alertar a la población del peligro de un virus que sigue y muta? ¿O es exagerado plantearlo?
Hasta ayer martes, México suma seis millones 301 mil 645 casos positivos de Covid-19 y 326 mil 189 defunciones. Con 55 mil tres casos activos de Covid, la capital del país concentra más de la cuarta parte del total de contagios de todo el país, seguida por el Estado de México con 21 mil casos. ¿Seguimos en alerta, hacemos algo o nos vale?
@RoCienfuegos1