ROBERTO CIENFUEGOS J. @RoCienfuegos1
De nueva cuenta en muy corto tiempo el presidente Andrés Manuel López Obrador arremetió contra el conservadurismo -dijo- que se está apoderando de la Ciudad de México. Enseguida enderezó sus dardos contra los medios y periodistas para culparlos de encarnar la manipulación en contra de él y el gobierno que encabeza.
Casi al cierre de febrero pasado -el 27 para precisar- López Obrador dijo que la capital de la república se está “emPANizando, hamburguesando, derechizando”.
El miércoles pasado fue la segunda vez, con una diferencia de menos de diez semanas, que el mandatario se lanzó desde la vitrina o escaparate matutino si usted prefiere, contra la capital que él gobernó tras ganar las elecciones del 2000, y que Morena, su partido, ha tenido bajo su encargo por más de un decenio.
La primera vez que López Obrador censuró el conservadurismo -según su versión- de la capital de la república fue en la conferencia matutina del 27 de febrero, a unos días del inicio de las campañas electorales el primer día de marzo pasado, aun en curso.
Llamó entonces a la Ciudad de México la “capital de la manipulación” como consecuencia de los medios de comunicación, que según dijo tienen “bien apercollados” a los ciudadanos de la gran urbe.
Aun cuando sostuvo esto, López Obrador expuso aquel aún cercano 27 de febrero que “era una ciudad de avanzada, siempre lo fue y ahora se ha venido empanizando, hamburguesando, derechizando”.
Eso dijo López Obrador, sin referir por supuesto el revés electoral que recibió su partido en las intermedias del 2021, cuando perdió nueve de las 16 alcaldías y en el Congreso de la CDMX, un golpe que aún hoy es interpretado como el preludio de lo que pudiera ocurrir en junio próximo cuando haya elecciones de nueva cuenta.
Recién el miércoles 8 del corriente, López Obrador ratificó sus críticas a las nuevas tendencias políticas que está observando en la Ciudad de México, cuando faltan 23 días para los próximos comicios.
Hace un par de días, el presidente y ex jefe de gobierno de la CDMX dijo que “la gente en la Ciudad de México se ha ido volviendo más conservadora. La Ciudad de México era una ciudad de vanguardia en lo político, siempre; bueno -matizó- aquí me eligieron, a pesar de haber nacido con mucho orgullo en Tabasco; y siempre me han apoyado, siempre, siempre, siempre”, repitió tres veces.
Aprovechó, como también siempre hace para revirar contra la política neoliberal, que según él, se apoderó de las universidades, porque no sólo fue la política económica -aclaró- sino fue el afán privatizador en todo”.
Entonces dijo que una ciudad tan solidaria, tan fraterna, tan progresista, tiene ahora “el problema de que aquí es donde se concentran los medios de manipulación más importantes del país”.
Tampoco olvidó claro mencionar a Loret de Mola, al decir que “no hay en ningún lugar de la República un periodista que gane lo que percibe Loret de Mola. Díganme si hay un periodista de El Diario de Yucatán que gane eso; o de El Istmo o de El Imparcial de Sonora. ¿Cómo se llama la compañera que viene con nosotros? Shaila, le soplaron.
Fue más allá al preguntar: ¿qué periodista gana lo que recibe López-Dóriga, o Ciro, o la señora Azucena, o mi amigo Javier Alatorre? No hay, no hay.
Dijo además que en la Ciudad de México es donde hay más clase media, porque hay más posibilidades de ingresos, y “se ha combatido mucho la pobreza”.
Aclaró que hay sectores, no toda la clase media porque no se trata de decir ‘toda la clase media’, no, no, no, pero hay sectores de la clase media que son muy conservadores y aspiracionistas.
Sólo faltó repetir su consejo de conformarse y ser feliz además con un par de zapatos, una camisa, un pantalón y un solo coche. Esto, claro, es un agregado.
Ah, antes de que lo olvidara dijo que la Ciudad de México es “la sede de los fifís, ni modo que van a encontrar un junior como Claudio X González en un estado de la república, no.
Por si fuera poco, expuso, otro elemento a considerar es que en la capital del país “está todo lo que tiene que ver con la información, aquí la gente por necesidad tiene que pasar mucho tiempo en un vehículo, hasta en el público, transporte de pasajeros, y ahí va el radio, en los taxis, los carros, y todos los noticieros, todos, todos”.
No omitió señalar que “todos en contra, porque todos los sistemas de radio, de televisión eran parte —con honrosas excepciones, ¿no?— de la corrupción que imperaba en México”.
Entonces aquí se derechizó mucho durante el periodo neoliberal. Las universidades, la UNAM, increíble, López Obrador dixit.
Este mensaje presidencial podría resumir la crónica de una derrota anunciada en la CDMX cuando sólo faltan 23 días para los comicios. ¿Será? Si llega a ocurrir, como trasuntan las críticas presidenciales al nuevo presunto perfil de la CDMX, la misma urbe que él gobernó hace dos décadas, sería demoledor para un movimiento que se incubó en sus entrañas. ¿No cree usted? Ya se verá.
@RoCienfuegos1