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*No, no es una maestra arrodillada; sino un pueblo de rodillas
JOSÉ SÁNCHEZ LÓPEZ
SÓLO en un país aletargado, cuya población ha sido adormecida, que digo adormecida, idiotizada a base de mentiras y mediante dádivas miserables para ocultar la dolorosa realidad, se pueden “normalizar” hechos tan abominables e indignantes como lo sucedido en Veracruz a la maestra jubilada IRMA HERNÁNDEZ CRUZ, ejecutada por no dejarse extorsionar.
La podredumbre del gobierno y el poder y al mismo tiempo la cobardía de unos desgraciados asesinos que se hacen llamar “La Mafia Veracruzana”, una escisión del supuestamente extinguido Cártel del Golfo, se observa en un execrable video.
Al menos una decena de infelices cobardes. así lo demuestra el hecho de que se tapen la cara para no ser reconocidos. Todos con fusiles de asalto, mantienen arrodillada y esposada a una mujer de 62 años, cuya falta fue negarse a pagarles una cuota de protección a esos infelices para dejarla trabajar.
La señora IRMA se jubiló como maestra, desde luego no con una pensión como la de los ministros, magistrados o demás integrantes de ese fárrago que vivió pegado a la ubre gubernamental y se retiraron con una paga de decenas de miles de pesos.
No.
Se jubiló con un miserable sueldo que no fue suficiente para subsistir, así que con sus ahorros pudo comprar un taxi y ponerse a trabajar para poder sobrevivir.
Pero no pagó el “impuesto” de la mafia y ese error le costó la vida.
Inerme, dc rodillas, a merced de los sicarios, fue obligada a enviar un mensaje a sus compañeros taxistas, a los que les dice que con la mafia no se juega y que no se nieguen a pagar, “para no terminar cómo yo”.
La maestra fue “levantada” a plena luz del día, en las inmediaciones del mercado municipal de su pueblo, Álamo Temapache, Veracruz, el 18 de julio y seis días después se le encontró muerta.
El cobarde crimen se lo adjudicó el grupo Sombra, llamado también la “Mafia Veracruzana”
NORMA ROCÍO NAHLE GARCÍA, gobernadora de Veracruz, uno de los estados donde más se ha cebado el crimen, tuvo que salir a dar la cara, pero antes aprovechó para llamar miserables a los medios que dieron a conocer el atroz asesinato.
Nunca censuró siquiera a los criminales.
Aseguró no conocer el dictamen forense, pero sí saber que la muerte se debió a un infarto.
A ver, señora NORMA ROCÍO. Todos, absolutamente todos, mueren de un infarto. Algunos porque lo causaron a puñaladas, otros a golpes, otros a balazos, unos más en un avionazo, otros atropellados o de cualquier otra manera, pero al final, cuando el corazón ya no resiste, sobreviene el infarto.
Sin embargo, el caso de la maestra fue terrible.
Murió mientras era atacada por una horda de bestias infrahumanas que se ensañaron con la indefensa mujer.
¿Se imagina su impotencia, su indescriptible miedo al ser víctima de tan cobarde ataque?
¡Ah! pero murió de un infarto, dice NORMA ROCÍO, restando importancia al brutal hecho, versión que respaldó la presidente CLAUDDA SHEINBAUM PARDO.
¿No le parece que un balazo hubiera sido más piadoso?
Por si fuera poco, JOSÉ EDUARDO MÁRQUEZ NAVA, al que NORMA ROCIÓ presentó como médico legista para certificar que la maestra perdió la vida por un infarto, no fue quien hizo la autopsia porque no es un especialista en Medicina Forense, quien la realizó fue un médico forense de la Fiscalía General del Estado, que no acudió a la conferencia.
Debería llevarse a cabo la necropsia obligada al cuerpo de la maestra, para definir bien a bien las casusas de su muerte, despejar dudas y deslindar responsabilidades,
Todo un entramado para distorsionar y minimizar los hechos, ¿no?
¿Habrá alguien en el país que no sepa que la extorsión está generalizada?
¿Qué a lo largo y ancho de la República comerciantes, empresarios, transportistas, campesinos, obreros, profesionistas, todos, todos son víctimas de la delincuencia que cada día es más cínica, más insolente y más desafiante, sin que nadie pueda o quiera hacerle frente?
Vaya descaro.
Vaya un nada cordial y menos respetuoso saludo para todos aquellos que minimizan, solapan o propician que la delincuencia crezca,
Y que conste: ¡Jijos de la chingada! no es insulto, es piropo. ***CADA QUIEN PROFIERE LAS MENTIRAS QUE LE ACOMODAN. ***AU REVOIR.
