*Cerrada en el 2003 por los múltiples abusos y anomalías registrados a su interior, ahora vuelve a su beligerante agitación, a cinco años de su reapertura; algunos de sus líderes están bien ubicados al igual que los apoyos por parte de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE). Seguramente que los ciudadanos a los que tanto daño han causado, pedirán a las autoridades poner a estudiar a los rijosos o, en su caso, ponerlos en su sitio antes de que vuelvan a los disturbios de antaño que tanto afectaron a la sociedad hidalguense
ANTONIO ORTIGOZA VÁZQUEZ / @ortigoza2010
Especial de Expediente Ultra. El escenario es muy conocido por la sociedad hidalguense: secuestro de cuatro autobuses, 150 estudiantes rodean el edificio del gobierno estatal, todos los empleados desalojados, gritos, consignas «revolucionarias», nervios de funcionarios… ¿la pesadilla está de regreso?
El gobernador Julio Menchaca se manifestó contra las acciones violentas, dijo que «la sociedad está contra el secuestro de autobuses, del recurso del vandalismo para «algo que a lo que ya tienen derecho: la educación».
El mandatario estatal aclaró además que está «en concordancia con el gobierno federal en cuanto a las disposiciones presupuestarias y que la apuesta es por la vía institucional» y además, invitó a los estudiantes utilizar los medios institucionales y así pueda el gobierno estatal atender cualquier preocupación».
Pero lo sucedido el 13 de septiembre puso los nervios de punta a la sociedad de la capital del estado, porque la memoria colectiva funcionó en automático: fueron muchos años que vivieron en zozobra cada vez que los activistas de la normal rural de «El Mexe» se les ocurría armar «protestas» en la exigencia de presupuesto, plazas, pase automático, lo que fuera, y el método: secuestros de autobuses, violencia callejera, destrozos y pánico entre la colectividad.
Se supo que las acciones de «protesta» fueron instigadas y organizadas por grupos de activistas de la CNTE llegados de Oaxaca, Veracruz, Edomex, Puebla y Guerrero, mismos que en acción concertada pretenden apoderarse de esa normal rural.
Las «demandas» incluyen la construcción de un internado, que se encuentra programado y que estaría terminado a finales del presente año, uniformes y otras «prestaciones».
El secretario de Educación del Estado de Hidalgo, Natividad Castrejón Valdez, informó que se han realizado reuniones donde se aclararon que «se han cumplido en tiempo y forma» los planes presentados desde la reapertura del centro educativo, y al mismo tiempo rechazó la vieja táctica de violencia, de secuestro de autobuses, del bloqueo de carreteras y calles, todo como «un chantaje a la empresa de autobuses» para que se llevaran bajo amenaza cuatro unidades».
En otros reportes, fueron identificados a dos agitadores infiltrados: Ariel González, del Consejo Estudiantil y Roberto Azpeitia Hernández, hijo de Armando Azpeitia, presidente municipal de San Salvador.
¿RENACE LA AGITACIÓN?
El gobierno de Hidalgo tiene sobradas razones para una preocupación y motivos suficientes para tomar medidas preventivas.
Durante decenios, la situación de la normal rural de «El Mexe» fue algo más que un fuerte dolor de cabeza: La permanente agitación con perjuicio directo a la sociedad, a la economía, al libre tránsito y a la integridad física de los ciudadanos hidalguenses hizo crisis en 2003, cuando finalmente se decidió clausurar el plantel.
Fue cuando los actos vandálicos, incluidas denuncias de los mismos estudiantes contra abusos de los radicales afiliados en ese momento, al PRD, por robos, extorsiones y de muchachas violadas, el gobernador Manuel Ángel Núñez Soto decidió la clausura definitiva en 2003, con el aplauso de amplios sectores de la sociedad hidalguense.
Pero el fenómeno del «autogobierno», la agitación permanente, las agresiones internas y externas, no se reducían a Hidalgo, sino a muchas otras partes del país.
Se trata de la «Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México» (FECSM), organismo que se ufana de su carácter «semiclandestino» y que, según todos los indicios, mantiene un control importante de las normales rurales, donde maneja la admisión y condiciona estancia y avances del alumnado a cambio de sumisión y «trabajo político».
En la Constitución se establece que la educación será laica, democrática y fiel al progreso científico, pero FECSM dice que la educación será sólo para quienes se le subordinen. (En 2018 murieron dos estudiantes en Chiapas y Durango, a causa de las «novatadas» salvajes a que eran sometidos los de nuevo ingreso).
El 19 de diciembre de 2019, el gobernador Omar Fayad Meneses, en la ceremonia de «reapertura» de «El Mexe» —por la promesa de campaña hecha por el entonces candidato AMLO— dijo que «no se pretende desplazar a la Universidad Politécnica «Francisco I. Madero» y que «Hidalgo respalda toda política pública que fortalece la educación».
En su intervención, el ya presidente de México dijo a su vez: «Estamos iniciando una nueva etapa en el país; con la Cuarta Transformación me comprometí a echar atrás la Reforma Educativa, y ya lo hicimos, estamos trabajando en verdaderos planes académicos».
A su vez, Raquel Sosa, coordinadora de las Universidades Benito Juárez, dijo que «el Mexe será ejemplo a nivel nacional, por los resultados académicos que se espera ofrezca a todos los mexicanos».
Pero las cosas parecen caminar por el lado opuesto de los buenos propósitos y el Mexe está de regreso, aunque las autoridades ya no son las de antes a las que los líderes de seudoizquierda –que buscan cobrar con la derecha–, estaban acostumbrados a chantajear.