* Crisis sin precedente a nivel nacional
ANTONIO ORTIGOZA VÁZQUEZ/ @ortigoza2010
(Especial Expediente Ultra). A partir de hoy, martes 20 de junio, el PRI en Hidalgo se quedó descabezado y sin representación en el Congreso. Es un partido hueco. La crisis entre dirigentes locales y nacionales -en específico-, contra la Secretaria General del CEN, Carolina Viggiano que se venía cocinando hace meses, reventó y los ocho diputados locales junto con la dirigencia estatal completa, renunciaron oficialmente a su militancia.
Al dar lectura a la carta donde se hacen oficiales la dimisión en masa de quienes ya son ex priistas, quien fungía como Presidente Estatal, Julio Valera Piedras, dijo que abandonan al tricolor, pero «no renunciamos a la política».
En su carta, Valera señala con énfasis: «Los que estamos reunidos aquí nos manifestamos públicamente en contra de la simulación que se promueve desde el Comité Ejecutivo Nacional; en contra de las constantes faltas de respeto a la voluntad de los liderazgos legítimos y vigentes y desde esta emblemática sala que ha visto pasar grandes liderazgos del priismo hidalguense, después de una amplia valoración de convicciones, hacemos pública nuestra solicitud de renuncia a la militancia priista…»
Cabe mencionar que esto tiene como precedente la renuncia que con fecha 13 de este mes presentó el ex gobernador Omar Fayad Meneses (una decisión esperada desde su salida de Palacio de Gobierno) y en donde señala que en el PRI manejado por Alito y Carolina «las posibilidades de participación se han visto coartadas para los que siempre hemos pensado (de forma) independiente y asumido puntos de vista que en un partido incluyente se deben valorar y respetar».
Así mismo, Valera subraya su «repudio a los derechos de los y las diputados, presidentes municipales y los comités que elegimos conforme convocatoria para representarnos en el Consejo Político Nacional, reprobamos lo desaseado en todo el proceso».
Los diputados locales dimitentes a su militancia priista son:
Citlalli Jaramillo, Erika Rodríguez, Marcia Torres, Michelle Calderón, Rocío Sosa, Alejandro Enciso, Juan de Dios Pontigo Loyola y el además presidente del Comité Directivo Estatal, Julio Valera Piedras.
Asimismo, aparecen como dimitentes, todos los miembros del comité estatal del tricolor.
El PRI en Hidalgo quedó descabezado y sin representantes en el Congreso, en un acontecimiento sin precedentes, pero que revela crudamente la tremenda crisis que padece el que fuera partido en el poder desde 1929.
«LA CERTEZA DE FUTURO, IMPOSIBLE»: VALERA PIEDRA
En el texto de la dimisión colectiva de legisladores y dirigentes estatales, Valera Piedras señala que «ante las claras señales impositivas, con tristeza les digo que la certeza de futuro al priista de trabajo y de tierra, de mérito, con quienes estamos comprometidos, nuestros esfuerzos, en las actuales condiciones, resulta imposible y tampoco es posible la permanencia de un dirigente que tenga qué asumir por consigna el desprecio a las aspiraciones de quienes tienen trabajo, derechos y posibilidades.
«Mejor la renuncia -abunda Valera- que el costo político que ello implica en una permanencia obligada que legitime imposiciones».
Así las cosas, Viggiano se queda con un priísmo famélico, pues los hoy ex priístas saben bien esa frase de los romanos, y que vivieron de forma cruda meses atrás, cuando se decía: «Roma traditoribus non praemiat»