CARLOS RAMOS PADILLA
Los eventos, los personajes convertidos en historia nos rebasan, los vemos pasar a enorme velocidad y solamente recurrimos a la memoria para retenerlos. Lo ocurrido en nuestra generación ha sido impresionante: venimos de una revolución racial en Estados Unidos y en Sudáfrica que cambió al mundo como la rebelión juvenil con los hippies, Woodstock, Avándaro, el naciente consumo de drogas superando al alcoholismo y las marchas anti-gobierno en Francia y México 68. Atestiguamos la inútil guerra en Vietnam, el uso de Napalm y la gravísima crisis cubana con amenaza rusa de guerra atómica. Las marchas históricas de Lech Walesa. Transformaron la dinámica social personajes como Dalí, Picasso, Siqueiros, Von Braun, Diego Rivera, Pelé, The Beatles, Mandela, Michel Jackson, Mohamed Ali, Hamilton, Presley, Sinatra, García Márquez, Gorbachov, Rulfo, Phelps, Octavio Paz, Simone Biles, Messi. Vimos llegar al hombre a la Luna, rescatar a los astronautas del Apolo 13, convertir la televisión en imágenes de color para cambiar de tecnología análoga a pantallas leds. Ya no hay focos, hay semiconductores de luz. Acudimos a las Olimpiadas mejor organizadas en la historia en México 68 y a dos Mundiales de fútbol en un solo país, el nuestro, y seremos anfitriones de una tercera edición. Sobrevivimos a catástrofes como Chernobyl, Fukushima, los terremotos del 85 y el tsunami en Tailandia, el terremoto de 9.1 en Sumatra. La desaparición de la Unión Soviética. Se renovó la industria aeroespacial para pasar de cohetes a transbordadores y vinos la extinción del Concorde y la explosión del Columbia. El asesinato y magnicidio de los hermanos Kennedy, Luther King, Olof Palme, Luis Donaldo Colosio. Los atentados a Reagan y a Trump. La persecución, cacería y muertes de Kadafi, Osama Bin Laden, Hussein. Los “Versos Satánicos” de Rushdie, el fenómeno de Harry Potter. El atentado terrorista en el maratón de Boston o en Atocha, España, las explosiones suicidas en el estadio de fútbol y el Bataclan, Francia. La caída del muro de Berlín y los ataques al World Trade Center en Nueva York y el Pentágono. El arribo de oscuros tiranos como Castro, Chávez, Maduro, Franco, Ortega, Noriega. La muerte de Juan Pablo Segundo y el cisma en la iglesia con la salida de Ratzinger y la llegada del sudamericano “Francisco”. El quiebre de la monarquía con la abdicación de Juan Carlos, la muerte de Diana y de la longeva Reina Isabel, la renuncia a los privilegios al trono de Guillermo y Kate y la imposición de Camila. La Guerra del Golfo, la clonación de la oveja Dolly. Los teléfonos fijos se convirtieron en móviles de altísima tecnología y transforman la comunicación las redes sociales. Operó la Internet. Pronto a desaparecer los autos de combustión interna para trasladarnos en máquinas eléctricas. El Genoma Humano, el ADN y la generación de tejido humano a través de células madre, el mapeo del universo. La migración rompe fronteras y cambia civilizaciones. La observación de ondas gravitacionales o la fotografía del primer agujero negro en el espacio. El fentanilo asesina como matan las hambrunas en África, la tragedia del SIDA, el COVID y el terrorismo. India supera poblacionalmente por vez primera a China. Los capos actuales son más poderosos por mucho a Pablo Escobar Gaviria y son muertos o aprehendidos como, Amado Carillo, Zambada, Caro Quintero, Joaquín Guzmán y su parentela, Edgar Valdez, García Abrego, Juan Nepomuceno, Nemesio Oceguera, Félix Gallardo, Beltrán Leyva, Jesús Malverde (todos mexicanos). El despertar feminista, el impulso a la variedad sexual, los procesos electorales amañados y la variante de las elecciones de Estado. La llegada a la Casa Blanca de un afroamericano (Obama) o la reelección de Trump con acusaciones penales. Quinto periodo de Putin en Rusia. Los actuales conflictos Hamas/Israel, Ucrania/Rusia. Estos son algunos ejemplos de lo que hemos registrado en nuestra generación. Vaya Ritmo, somos privilegiados.