CARLOS RAMOS PADILLA
Más allá de una responsabilidad profesional que representa el programa VaEnSerio televisión, significa un desafío, un compromiso, un proyecto de vida, motivo para crecer. El domingo 31 de diciembre se transmitió el último programa a casi 17 años del inicio de la “barra de opinión” de canal 34.
Una alternativa de análisis no registrada previamente en la televisora estatal por la fuerza de los temas, su creciente pluralidad y los personajes involucrados. Va En Serio televisión fue el pionero y al mismo tiempo el decano.
Miles de horas de ejercer un periodismo libre, respetuoso, sin censuras, sin acomodos. Semana tras semana frente a las cámaras, en un foro que dio la bienvenida a todos, sin excepción alguna. Un mecanismo no de confrontación, nunca, sino de investigación con profundas colaboraciones y aplicando lo que considero el género más difícil del periodismo: la entrevista.
Hicimos de todo, trepamos pirámides, estuvimos en tiroteos, aprendimos de brujería, recibimos advertencias desde las celdas de Almoloya, trabajamos con triunfadores, exploramos el drama de niños en fase terminal.
Virtualmente, viajamos al espacio con el astronauta mexicano o llegamos a Marte con el científico mexicano que controlaba al “curiosity”, desfilaron todos los políticos, los comandantes contra el crimen organizado, conversamos con secuestrados mutilados, debatimos con masones, en fin, gozamos nuestro trabajo.
Nos divertimos mucho, gratificante saludar a muchísima gente que en calles y avenidas nos dice “va en serio eh”. , Quedo profundamente agradecido con quienes enriquecieron las emisiones en producción (Marco Castillo, Ale Quero, Laura Castañeda, David Cerón), conducción y análisis.
Su talento, respeto, categoría y participación permitieron que VaEnSerio se colocara como punta de lanza de un proyecto único en la programación de un sistema estatal de información. A casi dos décadas todas las semanas estuvimos presentes, sumando a la pluralidad, generando contenido, demostrando que la magia de la televisión existe y que la audiencia, generosa, correspondió.
Cada tema, cada invitado, cada colaboración y armaron una secuencia con estilo propio. Estuvimos al “aire“ durante dos cambios presidenciales, tres gubernaturas, y 9 direcciones del Sistema de Radio y TV Mexiquense pero siempre con el respaldo de Carlos González en la dirección de Noticias.
Se sumaron proyectos con Elisa Alanís, Rosario Robles Berlanga, Tere Vale, Martha Chapa y Alejandro Ordorica, Raúl Cremoux, Fausto Zapata, Porfirio Muñoz Ledo, Gustavo Renteria, Guadalupe Loaeza, Ricardo Alemán.
Como responsable directo de VaEnSerio, en televisión y radio, estoy agradecido por el empeño y compañerismo de trabajadores, maquillistas, camarógrafos, tramoyistas, diseñadores, “ jefes de piso”, personal administrativo, de limpieza y de seguridad que nos abrieron oportunidades para proponernos un trabajo eficiente. Gracias por dejar una huella de autenticidad, de un periodismo crítico y diferente, sin cortapisas, certero. Gocé cada momento, disfruté cada segundo, crecí con ustedes.
Mi permanente recuerdo a quienes se nos adelantaron en el camino, su memoria queda, se les extraña (mago <mi fiel maquillista>, Porfirio Muñoz Ledo, Fausto Zapata, Toño Garfias, Marcela González Salas, Jorge Zúñiga).
El respaldo y apoyo de nuestros directivos fue ejemplar. Decía que EnVaEnserio televisión no había extraños sino amigos que no habían sido presentados y cumplimos, puedo asegurarlo sin duda alguna.
Gracias es una palabra corta, pero de hondo significado. Esa gratitud espero sea recompensada con su amistad y cariño.
Les comparto que por “instrucciones”. Así nada más, concluye un ciclo, se canceló el proyecto de Va En Serio, no por nuestra voluntad, interés o decisión, pero nos retiramos con mucha clase, éxito, con reconocimiento y lo más importante: con la formación de un grupo de talentos no antes registrados en una televisora estatal.
Sirva este generoso espacio para despedirme de todos, todos mis compañeros trabajadores del Sistema de Radio y TV mexiquense, de mis colaboradores, de los muchos invitados y de mi teleaudiencia.
Lo hago así porque no se nos permitió ese derecho en la televisora.
En los días siguientes, con la autorización de mi director, mis compañeros de pantalla nos permitirán la lectura de sus conclusiones. Desean respetar a quienes nos respetaron: el público. Abrazo a todos. Gracias por su cariño, su cercanía y tolerancia. Y como siempre: «Que tenga el mejor de todos los días».