CARLOS RAMOS PADILLA*. Nunca, jamás, Morelos había tenido un gobierno tan malo como el que encabeza el ex futbolista Cuauhtémoc Blanco. Las estimaciones y medidas lo muestran como el peor mandatario estatal en todo el país.
Aun así, su ostentación es insultante. Su grupo de seguridad es reflejo del miedo que tiene o peor aún de las amenazas que son constantes a través de grupos criminarles que le exigen cumplimiento a sus compromisos.
Cuauhtémoc Blanco Bravo se encuentra pronto a abandonar su cargo como gobernador de Morelos. El objetivo es imponerse como candidato a través de Morena a la jefatura de Gobierno de la CDMX en una jugada sucia por romper el pacto Ebrard ( a la presidencia) Monreal ( a la Jefatura de la capital.
De registrarse presiones desde el más alto nivel se le propondría entonces la alcaldía Cuauhtémoc, terreno que también ha visto sus fracasos.
Martí Batres, René Bejarano y Dolores Padierna (ex delegada en esa alcaldía) impedirían la candidatura de Blanco recordando que Morena perdió con Sandra Cuevas en 2021, además de que Morelos destaca en el índice de inseguridad e impunidad de grupos de la delincuencia organizada.
Recordemos que en la alcaldía Cuauhtémoc opera el mayor número de comerciantes informales, la venta de mercancía sin registro fiscal y sobre todo la operación del llamado Cartel de Tepito bien conocido por Ricardo Monreal (también ex delegado en esa alcaldía).
Blanco presume el apoyo de su hermano incómodo Ulises Bravo Molina, a quien se señala como el operador de todos los negocios lícitos e ilícitos en Morelos y quien no ha terminado de digerir la revocación que como congresista de Morena en el estado, y luego como dirigente del mismo partido, determinó el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Algunos documentos se han dado a conocer que vinculan al gobernador con delincuentes y en el extremo mantas con leyendas intimidatorias hacia el gobernante por sus reducidos escrúpulos hasta en complacer al crimen organizado.
Cuauhtémoc Blanco presentaría un problema adicional: no podría demostrar su residencia en la Ciudad de México, aunque reclamaría su derecho de sangre como lo hizo AMLO en el año 2000 al lograr la jefatura de gobierno de la capital del país con el apoyo descarado del entonces presidente Ernesto Zedillo cuando estaba comprobada su residencia en Tabasco.
La fama pública del ex americanista no debe valer más que la aplicación de la ley en relación a las sospechas de irregularidades en la Entidad, incluyendo el comentado comercio de propiedades en Yautepec por miembros de la mafia que controla y distribuye las drogas.
Cuauhtémoc Blanco contestó tras ser amenazado con narcomanta: «No le tengo miedo a nada».
Formuló declaraciones luego de comenzar el 2022 con el escándalo por una fotografía junto a presuntos narcotraficantes, y dejó muy en claro que él «no se raja».
Fue el 4 de enero de 2022 cuando se publicó una imagen del gobernador en compañía de tres narcotraficantes: Homero Figueroa «La tripa», dirigente del Comando Tlahuica; Irving Solano Vera «El profe», y Raymundo Isidro Castro «El Ray», dirigentes regionales del Cartel Jalisco Nueva Generación.
Se informó que la fotografía fue hallada en el teléfono de una dirigente del cártel Guerreros Unidos, casualmente vinculado a la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa y distribución de droga de Guerrero a Morelos (la Santa Alejandro Encinas).
Otra coincidencia es que la fotografía fue tomada en: Yautepec.
Veremos si AMLO es capaz de respaldar a Blanco como lo ha hecho con Delfina Gómez para imponerla en el Estado de México.
*Conductor del programa VaEnSerio, mexiquensetv, canal 34.2 (izzi 135) y mexiquense radio.
@cramospadilla