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CARLOS RAMOS PADILLA
Distraídos y ocupados por los temas de la violencia y la salud poco se ha retribuido a los maestros con el esfuerzo en un clima muy adverso. Desde la pandemia los instructores públicos han desafiado las condiciones primarias para ofrecer educación y han sido sometidos a esquemas nuevos y no por ello muy alentadores. Su adiestramiento y capacitación tuvo que involucrarse con emplear nuevos sistemas a distancia usando a la tecnología como elemento primario y vital. Los consejos, las sugerencias y recomendaciones en materia de salud y su cuidado fueron muy útiles para los alumnos. En esto tuvo que ver y de manera sustantiva la participación del SNTE bajo la titularidad de Alfonso Cepeda quien además ha implementado protocolos de atención en las escuelas a razón de zonas muy vulnerables por las bandas delincuenciales. Caso no menos importante ha sido el saber superar los obstáculos que presentó, en todos sentidos, el huracán OTIS en Guerrero. Las comunidades urbanas y rurales aún no han podido ganar espacio de equilibrio luego de la tragedia. Los maestros ahí han mostrado su nobleza, su entrega y su decisión por cultivar a los jóvenes en aspectos como el medio ambiente. Para darnos una idea el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación reveló por vez primera cuántos afiliados tiene y con ello echó abajo el mito de que la profesión docente está dominada por mujeres. El gremio magisterial difundió en su portal de transparencia que cuenta con un millón 619 mil 990 docentes afiliados. De ese tamaño es el desafío. Los síntomas y propósitos de la educación han variado, “miles de maestras y maestros reflexionan, analizan, comparten, eligen y acuerdan colegiadamente las mejores estrategias pedagógicas y los materiales educativos para iniciar un ciclo que se refleje cada día en el desarrollo integral de todos y de cada uno de sus alumnos” ha expresado Alfonso Cepeda. Lo importante es consolidar nuevos proyectos, esquemas de instrucción pública no de carácter masivo sino colectivo, permitiendo la comprensión y razonamiento en cada materia. Además, los mecanismos modernos como las redes sociales acercan a los usuarios a una pronta información combinada entre textos, audios y videos que procuran versatilidad. Así, los maestros deben tener un reconocimiento real porque se lo merecen, aunque debí decir, falta
mucho, mucho para llegar a niveles de excelencia y competencia. Ellos, los maestros también merecen una reflexión alentadora, estimulante. Lo valen.
