CARLOS RAMOS PADILLA
Esta semana hará temblar y quebrarse a la política y proceso narrativo no solamente del gobierno y sus personajes sino de Morena. Habrá un proceso progresivo de demolición.
La información pactada o no que una serie de regiones regalan a las autoridades de los Estados Unidos tratan sobre ejercicios irregulares que van desde lavado de dinero en cuentas bancarias, extorsiones y sobornos, campos de exterminio, narcolaboratorios y un desfile de nombres y apellidos de gente que se siente y cree relevante e intocable en el poder burocrático o en las familias encumbradas. Las decoraciones de los narcos pasarán a expedientes abultados con argumentaciones judiciales suficientes para doblar a todo un aparato de gobierno.
La serie de mentiras, trampas y abusos desde Palacio Nacional en tiempos de amlo se desnudarán de la manera más precisa. La exhibición de Romo, Lopez Gatell, Scherer y nuevamente de Cienfuegos es apenas el preámbulo. Vendrán en cascada hechos vergonzosos pero que constituyen delitos. El demoledor espectáculo intenta ser detenido o retrasado por la presidenta (con a) que cree asustar a la justicia extranjera llenado el zócalo de acarreados para hablar de “soberanía” de “no sumisión” en vez de abrir carpetas de investigación y dar la cara a la nación.
Proteger a los impresentables no es garantía de estabilidad ni credibilidad. Toda vez se reúnen más testimonios que culpan a un narcopresidente de triturar a la administración pública no solo intencionalmente con la corrupción desmedida, sino por su cercanía con células delictivas. Él siempre activismo del tabasqueño se convirtió en un proceso de saqueo de las instituciones en todos los sentidos.
Nunca antes los capos y sus familias viajaban para entregarse voluntariamente a las salas de justicia extranjera para ser protegidos y valorados. Están listos para dinamitar las estructuras de poder cumpliendo con la norma habitual de ellos: la traición. Ovidio Guzmán se declaró culpable y trata de salvar la pena de muerte que de suya trasladará a Morena. Increíble pues resulta el viaje a Sinaloa y la cercanía de Sheinbaum con el gobernador Rocha que parece un acto temerario y atentatorio contra la ola que se viene.
Parecería un burdo acto de escupirla a Trump eso que aquí florece y se llama impunidad. Pero el escrutinio es feroz.Cuauhtémoc Blanco, el cínico futbolista, enriquecido y acusado de vínculos con operadores de “huachicol” está en la mira del Departamento del Tesoro. Otro,
Andrés Manuel López Beltrán uno de los grandes operadores tras el poder es señalado por inteligencia financiera estadounidense como miembro de una red de distribución de hidrocarburos robados en la región del Golfo protegido por miembros de la a Fuerzas Armadas y jueves a modo. Manuel Bartlett es pieza clave en varios gobiernos y partidos políticos que lo colocan en una situación de altísimo riesgo para su libertad. La reforma judicial se e vendrá a pique como el TECMEC. Los blindajes para Morena no serán suficientes ni efectivos.
Ninguna movilización detendrá los señalamientos contra Mario Delgado o la familia Monreal. El “rayito de esperanza”, el “gallito feliz”, “lo que diga mi dedito”, “callará chachalaca”, “la esperanza de México”, “amor con amor se paga”, “soy dueño de mi silencio”, todo eso y más quedarán en la memoria histórica como una ruin burla como lo es y fue Fernández Noroña en toda su biografía. Lo he dicho, el sexenio de amlo será el peor en la administración pública, el más corrupto y la familia presidencial más perseguida, y contra eso no puede ni podrá la presidenta (con a) porque su gobierno está fracturado desde adentro, no existen lealtades, sí mucha ambición y traición, pero sobre todo, la complicidad a cambio de incondicionalidad.