CARLOS RAMOS PADILLA
Se presentaron los tres aspirantes a gobernar la CDMX. Clara Brugada, combativa, contestataria; Santiago Taboada, estructurado, maduro; Salomón Chertorivski, superficial, explosivo. Vergonzosa la presentación física de Brugada, desparpajada, mal sentada, pésimo manejo de su imagen. Los otros dos con presencia. Brugada inició con los golpes bajos, los navajazos de barrio, tuvo que sobresalir mencionando a amlo y 4 veces a Sheinbaum, no puede nadar sola tiene que colgarse de otros y replicar sus discursos de ataque a los adversarios y presumir de lo que más carecen: honestidad. Señaló que la oposición destaca por gobiernos machistas y clasistas. No ve la viga en el propio ojo. Advirtió que sus adversarios “atacan, mienten y calumnias” ejercicios todos los que inició se participación. Mintió con sus datos, aseguró que se ha reducido la pobreza y determinó el camino para determinar a Taboada acusando una y otra vez, sin pruebas, del que llama el Cartel Inmobiliario evadiendo con toda intención que ese fenómeno inició precisamente en Benito Juárez con Fadala Akabani hoy secretario de economía del gobierno capitalino y con Lauda Sansores en Álvaro Obregón hoy gobernadora de Campeche. Se hundió Brugada en sus argumentos señalando los tres partidos corruptos están representados en un solo candidato cuando todos los días le estallan a Morena y la familia presidencial escándalos por abusos e irregularidades. Tampoco señaló como con trampas bajaron a Ebrard para imponer a Sheinbaum. Santiago Taboada se vio seguro en sus lineamientos, iba informado, presumió que Benito Juárez es la alcaldía más segura del país y consideró que Morena representa fracaso y retroceso. Propuso ejemplos que no pudo replicar Brugada como el Metro, el agua, el desabasto de medicamentos, escuelas de tiempo completo y estancias infantiles. Genero propuestas concretas. No prepotente caer en el juego de las fantasías ni las utopías, ofrece proyectos viables para resultados tangibles. Los tres desestimaron hablar de impuestos, si mantendrán los vigentes, los incrementarán o crearán otros. Los tres minimizaron el grave problema social de la economía informal. Ninguno se atrevió a hablar del narco economía. En este primer round no hay ganadores ni perdedores, solamente se exhibieron un primer intercambio de productos posturas. La decisión está en las urnas y la valoración de sus argumentos la tenemos la sociedad. De Salomón Chertorivski no merece el menor comentario. Que se acabe su bote de palomitas y le convide a Dante Delgado.