CARLOS RAMOS PADILLA*. Las cosas para la FIFA en el Mundial no están nada sencillas, desde la acusación de corrupción de sus dirigentes hasta la maniquea forma en que a billetazos logró la sede para Qatar. Las autoridades del fútbol han evadido las graves acusaciones internacionales que indican la muerte de miles de migrantes ilegales en la construcción de sus estadios y hoteles así como la evidente discriminación hacia las mujeres en ese país. La FIFA sin embargo si se ocupó del grito ofensivo de la porra mexicana expresada contra el portero de Polonia en el primer partido. Más tarde se elevó a polémica la conducta de Leonel Messi pisoteando una playera con los colores nacionales de México, situación que no pasó a mayores siendo una actitud evidentemente antideportiva y que merecería la expulsión del jugador de la contienda por el tipo de arrebato y desafío. Pero la FIFA confirmó la apertura de expedientes disciplinarios contra las Federaciones de Fútbol de los Países Bajos y argentina por las agresiones entre los jugadores y miembros de los cuerpos técnicos en el encuentro de cuartos de final. “El Comité Disciplinario de la FIFA ha abierto expedientes contra la Asociación del Fútbol Argentino por violaciones potenciales de los artículos 12 (mala conducta de jugadores y cuerpo técnico) y 16 (orden y seguridad en los partidos) del Código de Disciplina de la FIFA durante el partido Países Bajos-Argentina de la Copa Mundial FIFA, que tuvo lugar el 9 de diciembre”, detalla la FIFA en su comunicado. En pocas palabras este evento conocido ya como el “Mundial de la Vergüenza” por la ausencia de derechos humanos, ahora se convierte en una arena pugilística donde a los directivos de la FIFA las tiembla la mano para sancionar a “estrellas” del deporte. He asegurado que la clase, distinción y categoría que mostraron los japoneses en tribunas, vestidores y la cancha nos dejan muestra de una enorme cultura y educación. Lo mismo que los croatas al abrazar a los brasileños luego del partido por lo grande que son y el esfuerzo que hicieron. Por el contrario los argentinos han jugado sucio en todo momento. La figura de Messi ha caída al burlarse con sus compañeros de equipo de los jugadores de Países Bajos al derrotarlos. Fue una expresión ruin y baja, parecían peleoneros de barriada desafiando a sus contrarios y llamándolos a aceptar la humillación o generar una golpiza. Digamos que han aprendido y bien las trampas y malas costumbres soeces y bajas del finado Maradona que precisamente en un Mundial en tierras aztecas festejó su famoso gol ganado al impulsar el balón con la mano, y como lo he asegurado, burlándose de tal forma que lo llamo “la mano de Dios”. Jugar a esos niveles no es poca cosa, son embajadores del deporte más famoso del planeta, son vistos por millones de seres (entre estos niños), se han ganado un sitio estelar entre los mejores y portan (debería ser con orgullo) los colores de su nación en el uniforme. Cantar el himno dignifica pero deja nuestra que la nación ahí representada cuanta con elementos de excelencia no con patanes. La FIFA será más que temerosa para sancionar en este caso a Argentina, cuidará sus interés antes de asumir una conducta moral y una autoridad ejemplar. La FIFA como Argentina están muy cuestionadas, eso sin duda. Deberían de comportarse con categoría como hoy lo hace por ejemplo Marruecos pero creo que les gálata mucho, pero mucho, para dejar de ver al fútbol como negocio. Que pena por Argentina como pais, no merecen ser representados por este grupo de individuos de muy baja calidad humana.
*Conductor del programa VaEnSerio mexiquensetv canal 34.2 izzi 135 y mexiquense radio.
@cramospadilla