CARLOS RAMOS PADILLA*. Que no se nos olvide, el crimen de Juan Jesús Posadas Ocampo ( 1926-1993), cardenal y obispo de Guadalajara ocurrió un lunes 24 de mayo de 1993 a las 15:45, tiempo del Centro, luego de ser acribillado en el estacionamiento de la terminal aérea de Guadalajara. Se argumentó entonces una confusión y la ejecución por parte del crimen organizado. De igual manera se habla de un famoso portafolios con información confidencial y reservada sobre los cómplices del gobierno mexicano con los narcotraficantes que sería entregado a Girolamo Prigione para entregarlo en el Vaticano.
Aunque el caso no ha sido cerrado de manera formal, las autoridades federales sostienen la versión de que el sacerdote fue ejecutado por sicarios del cártel de narcotráfico de los Arellano Felix, quienes lo confundieron con Joaquin Guzmán (el Chapo) líder del cartel del adúnalos. La Iglesia católica mexicana ha expresado su desacuerdo con las conclusiones de las autoridades, y asegura que el jerarca religioso fue víctima de un complot. Cosas curiosas pasaron en ese momento y recordemos. Los Arellano Félix acudieron a la nunciatura en la Ciudad de México. El entonces procurador, doctor Jorge Carpizo, explicó que no se procedió a la detención de estos delincuentes para evitar una balacera y asesinatos. Sin embargo ese 24 de Mayo curiosamente Prigione viajaba de la ciudad de Mexico supuestamente a Tijuana (lugar dominado por los Arellano Félix) con una escala en Guadalajara donde se supone le entregarían la información confidencial con destino a la oficina del Papa. Siete fueron las víctimas de aquel mediodía de 1993, incluido el chofer del cardenal. La gran interrogante fue, Qué hacía Posadas Ocampo en el aeropuerto?. Corrió la versión de que Prigione estaba invitado a bendecir la inauguración de una mueblería en Guadalajara. La mañana del día 24, recibió la llamada del cardenal Posadas, quien se había enterado de la visita del nuncio, y estaba listo para recogerlo en el aeropuerto. El automóvil del cardenal quedo deshecho por los impacto de balas. Agentes judiciales se presentaron ante el nuncio. Tenían instrucciones de protegerlo. Nunca se supo del paradero del famoso portafolios. Los médicos que recibieron el cadáver del cardenal Posadas identificaron catorce heridas de bala en el cuerpo provenientes de dos armas distintas, entre estas, el conocido “cuerno de chivo”. Finalmente, la autopsia no se realizó; el procurador de Jalisco concedió la dispensa solicitada por el nuncio Prigione. A las 10 de la noche el cuerpo del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo ingresó a la catedral de Guadalajara. Lo acompañaba el nuncio, los obispos auxiliares de la arquidiócesis, el presidente del Episcopado mexicano, el cardenal Suárez, de Monterrey y de manera inédita el presidente Salinas de Gortari. Seis meses antes del crimen de Posadas, en noviembre de 1992, también en Guadalajara, los matones de los Arellano había intentado acribillar al “Chapo” Guzmán, tiroteanto su vehículo en la avenida Mariano Otero. A su vez, “El Chapo” y “El Güero” Palma, su lugarteniente, habían organizado un operativo con 40 sujetos armados, quienes llegaron a bordo de un camión Torton, para dar muerte a Francisco Javier y Ramón Arellano Félix, que se encontraban en la discoteca Christine, el 8 de noviembre de 1992, sin lograr su objetivo, pero matando a seis personas e hiriendo a otras tres. Un granadazo en el antro. El polémico Prigione fue nombrado delegado apostólico en Mexico en 1978, el 7 de febrero convirtiéndose en el primer nuncio apostólico en México cuando las relaciones diplomáticas con la Santa Sede se restauraron en 1992. Se retiró el 2 abril de 1997 protegido por El Vaticano.
En Mayo del 2016 murió en su casa de reposo situada en la ciudad de Alessandria llevándose consigo testimonios y archivos delicadisimos de la relación y operación de los grupos crimínales en nuestro país y la sospecha de sus vínculos con el gobierno y con la Iglesia que recibía fuertes sumas de donaciones.
*Conductor del programa VaEnSerio mexiquense tv canal 34.2, izzi 135 y mexiquense radio