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JOANA ELIZABETH SALINAS*. Ahora que muchos profesionistas abandonan sus puestos laborales, sobre todo en las economías desarrolladas, existe un interés mayor por retener al talento empresarial, sobre todo de aquellas firmas que dependen de personal altamente especializado.
Así, aparece una carrera por descubrir cuáles son los factores que retienen a los mejores en los puestos laborales y la alineación con sus valores es, sorpresivamente, uno de los que mayor impulsa la permanencia de los trabajadores en una empresa.
Esto es particularmente cierto mientras mayor es el nivel jerárquico que el trabajador ostenta.
Ahora, la desconexión entre nuestros valores declarados y comportamientos reales son una «brecha de integridad» que a menudo surgen gradualmente, cuando hacemos compensaciones por valores que comienzan a erosionar nuestro sentido de integridad personal.
Evitar esa brecha de integridad se puede lograr a través de la reflexión y la recalibración consistente. Las siguientes son herramientas para mantener los valores y acciones más alineados.
Comprometerse con autoauditorías periódicas. Determinar las cosas lo suficientemente importantes para uno como para exentarlas de ser parte de alguna compensación. También clarificar los motivos o fuentes de energía o satisfacción es fundamental para tomar mejores decisiones profesionales. Obtener esa comprensión requiere un poco de autorreflexión.
Cuando se reflexiona sobre lo que nos motiva y lo que consideramos más importante en nuestra vida, es menos probable tener un trabajo que no se alinea con nuestros valores.
Establecer límites. Armado con el resultado de la auditoría propia, se puede comenzar a reconfigurar el calendario general para acercarse a las actividades que nos energizan, mientras articulamos dónde están nuestros límites.
Vale recordar que la mayoría de las brechas de integridad surgen cuando ignoramos, o nunca establecemos, nuestros “no negociables”. Depende de cada uno saber dónde está esa línea y jamás traspasarla.
Crear pequeñas pruebas. Una de las razones por las que puede ser tan difícil abordar una desalineación entre lo que se quiere hacer y lo que se realiza es que una posición nueva y deseada a menudo requiere nuevas habilidades que tomarán tiempo para desarrollarse.
Para ayudar a cerrar esta brecha existen conviene enumerar las habilidades clave necesarias para el trabajo ideal y encontrar fortalezas y áreas en las que se puedan necesitar capacitación y desarrollo adicionales.
Intentar una y otra vez. También es conveniente aplicar el método de emprendimiento lean startup, donde se crean hipótesis y desarrollan prototipos y pruebas. Es decir, aprender, luego iterarar, una y otra vez hasta que se hace bien.
Este método rompe la anquilosada noción de que el talento es fortuito y aparece de manera fortuita a privilegiados. La verdad es que la prueba y error es una apuesta contundente al trabajo deliberado y a la persistencia para generar resultados…y la propia satisfacción de nuestro desempeño.
*Socia fundadora de Coperva y psicopedagoga especializada en salud laboral
