Dayana Rodríguez
Ciudad de México, 16 de abril (entresemana.mx). Todos vamos a nuestro ritmo, es una frase que escuchamos constantemente, la verdad yo también la digo, pero en el día a día es difícil implementarla a nuestra cabeza cuando no estamos viendo los avances que nos gustarían en nuestras metas o proyectos. Es más fácil adaptar conceptos negativos que positivos, quizás sea porque así está diseñado nuestro cerebro o porque crecimos con esas ideas, sinceramente no tengo idea del motivo, de lo que sí estoy segura es que todos en algún momento nos sentimos estancados o que no avanzamos a la velocidad que nos gustaría y entonces entra la desesperación.
Pero justo por eso escribo esto porque es importante normalizar que es parte de la vida sentirlo en algún momento, todos lo podemos llegar a experimentar, es importante mostrarnos vulnerables, así podemos empezar a sentir que esto es parte de una etapa en nuestra vida. La vulnerabilidad da miedo, nos hace sentir desprotegidos, pero eso es lo que hay y es parte de nuestra vida.
Lo importante es que hacemos con esa sensación de sentir que no avanzamos, si tiramos la toalla entonces nos alejamos de nuestra meta y se rompen nuestros sueños, justo es lo que no queremos. Hay que ser sinceros con nosotros y preguntarnos si realmente estamos haciendo lo necesario para avanzar o estamos procrastinando. Hay que buscar alternativas para llegar a donde queremos, intentarlo una y otra vez hasta que nos salga bien, aquí hay que tener cuidado en no caer en la autoexigencia porque entonces nunca estaremos satisfechos (es una línea muy delgada).
La frustración es parte del proceso, pero soy una soñadora que me gusta pensar que esto es solo una etapa para llegar al objetivo, esa parte donde estamos a “prueba”, y se necesita crecer para que cuando logremos nuestros sueños estemos preparados para recibirlo.
Recuerda que todos no sentimos así, sobre todo los que vamos por lo que soñamos y ¡está bien! permítete sentirlo, esta para decirte algo importante, solo no te quedes ahí, sigue, aunque sean con pasos pequeños, piensa que estas a uno menos de lograrlo. Cuando venga la sensación de, ¡no lo voy a lograr! voltea y ve todo el camino que has recorrido, te darás cuenta que has crecido y que cuando empezaste con tu proyecto no sabías nada de lo que hoy sabes, así que como sea estás ganando.
¡Animo! todo lo que está pasando es porque así tiene que ser y es necesario para nuestra evolución.
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¡Que tengas un excelente domingo!