Dayana Rodríguez
Ciudad de México, 14 de agosto (entresemana.mx). ¿Te ha pasado que por más que quieres encontrar el lado positivo a cierta situación, simplemente no lo encuentras? Creo que ante esa encrucijada existen dos posibles caminos para tomar en consideración. Acompáñame a descubrirlo.
Yo iba por la vida intentando encontrar el lado bueno a todo lo que me pasaba, algunas veces era más fácil que otras, pero me topé con un par de situaciones en las que me sentí rebasada en muchos aspectos, por más que buscaba, no lograba encontrar algo bueno, esto hizo que mi proceso fuera más confuso, porque ya no alcanzaba con enfrentar y entender lo que me pasaba, también sentía la necesidad de buscar algo positivo de todo esto, pero aprendí en terapia algo que me gustaría compartir contigo y es que, la aceptación no siempre significa que te debe gustar lo que te esta pasando, algunas veces simplemente debemos aceptar que así es.
Cuando entendí eso fue un descanso, porque comprendí que muchas veces en nuestra vida nos van a pasar cosas que no nos van a gustar, que nos harán sentir tristes y simplemente queda aceptar que así es, nos guste o no.
En algunas ocasiones vamos a poder encontrar el lado amable, pero habrá situaciones en donde simplemente nos toque aceptar, entender que no lo hay, y que por más que luchemos no vamos a poder cambiarlo. Ante esto podemos tomar dos caminos, el primero es el fácil y es caer en el papel de víctima de, ¿Por qué a mí? ¿Por qué yo?… El segundo es más complejo, pero a la larga más funcional, consiste en aprender a lidiar con todas esas emociones que trae este nuevo reto, se trata de comprender que las cosas van a pasar y debemos aceptarlo.
Este proceso puede ser difícil, quizás pasaremos por muchas emociones y no todas serán positivas, pero es importante confiar en nosotros, reconocer que tenemos las habilidades para superar esta situación y si sentimos que no podemos solos, buscar ayuda.
La vida es maestra y de cierta forma nos fue preparando con diversas experiencias para que hoy, puedas enfrentar eso que crees que no puedes.
Hay que aprender que la vida algunas veces duele, pero ese dolor te hará más fuerte y te preparará para ser mejor. Al final de todo ese ciclo, después de vivir esas emociones viene el aprendizaje.
Te comparto una frase que nos dijo una amiga y terapeuta en mi podcast y me encantó, «La vida tiende a ser más generosa de lo que uno piensa».
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¡Qué tengas un excelente domingo!