>> Paquete Económico 2025
>> Riesgo del optimismo
>> No se refleja austeridad
>> Más deuda y recortes
AGUSTÍN VARGAS*
Este miércoles 20 de noviembre, el secretario de Hacienda y Crédito Público Rogelio Ramírez de la O, comparecerá en la Cámara de Diputados para exponer el Paquete Económico 2025. Hará gala de su oratoria y habilidades como estratega de la economía nacional para tratar de explicar a los legisladores cómo pretende el gobierno obtener dinero y luego gastarlo el año entrante.
Aunque en honor a la verdad, sinceramente no creemos que el titular de la SHCP se desgaste –vaya ni siquiera se despeinará—dando explicaciones ante un Congreso cuyos legisladores oficialistas (Morena, PT y Partido Verde) que conforman mayoría calificada, es bien sabido, sólo reciben órdenes como buenos soldados de la 4T, lo que significa que el Paquete Económico 2025 está más que planchado en los términos en que fue presentado por la Presidenta Claudia Sheinbaum el pasado 15 de noviembre.
El programa económico del siguiente año ha generado más dudas que certezas en todos los sectores del país. Las críticas y cuestionamientos por parte de analistas no han cesado. La mayoría de los especialistas coinciden en que el documento del gobierno está más plagado de optimismo e idealismo, que de realismo económico.
El propio sector privado, el que según el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Francisco Cervantes Díaz, es el mejor aliado del gobierno, ha alzado la voz para lanzar fuertes críticas al plan económico del 2025.
En un reciente análisis el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (Ceesp), destaca que si bien es cierto que el gasto disminuye para 2025, esto no refleja el compromiso de austeridad y, por ende, el endeudamiento no es nulo como lo ha señalado constantemente el gobierno ni lo hará en la nueva administración. Advierte que en términos absolutos, el gasto en 2025 representa el monto históricamente más elevado.
Precisa también que los compromisos oficiales aumentan con nuevos programas asistenciales y las necesidades de mantenimiento y creación de infraestructura. Por tanto, mantener las promesas a las mayorías de la población de más programas sociales requerirá de recursos crecientes.
El Presupuesto para 2025 sigue siendo elevado y sobre supuestos optimistas. El gasto público debe atender las necesidades más urgentes de la población, como educación, salud, seguridad e inversión pública. Sin embargo, estos rubros tendrán severos recortes presupuestales el próximo año.
Riesgo del optimismo
Los especialistas sostienen que un principio básico para la elaboración del Paquete Económico es que se apegue a un marco macroeconómico realista, que reconozca y considere los riesgos que amenazan la estabilidad fiscal del país y haga todo para mitigarlos. En este proceso debe reconocer las presiones sobre las fuentes de recursos recurrentes y de gasto público, y que a la vez atienda las necesidades más urgentes de la población, como educación, salud, seguridad e inversión pública.
Un aspecto que caracterizó al sexenio que concluyó y que al parecer se extiende al nuevo gobierno, es el optimismo con que se elaboraron los escenarios para los paquetes económicos de cada año. Esto sin duda es un riesgo, toda vez que puede afectar la viabilidad, no solo de las finanzas públicas, sino de crecimiento y desarrollo al no cumplirse las expectativas.
Si bien el escenario de crecimiento económico para el presente año se ajustó a la baja de un rango de 2.5% a 3.5% a uno de 1.5% a 2.5%, es evidente que la expectativa sigue siendo optimista, toda vez que el pronóstico promedio de los especialistas del sector privado ya se ubica por debajo del 1.5%.
Para 2025 permanece el optimismo del sector público toda vez que el pronóstico de crecimiento de la economía se mantiene sin cambio en un rango de 2% a 3%, “respaldado por un mercado laboral sólido, un consumo privado robusto y niveles elevados de inversión pública y privada, con un enfoque en la inclusión regional”.
Sin embargo, para ese año el pronóstico de los especialistas es de 1.2%.
Propuesta de ingresos y gasto
Para 2025 la Ley de Ingresos de la Federación propone un total de 8,056 miles de millones de pesos (mmp), cifra que supera en 572.4 mmp la estimación para el cierre del 2024. Esto equivale a un incremento de 3.3% en términos reales, que mejora significativamente el aumento de sólo 0.6%, que se propuso de manera preliminar en el Documento de Precriterios 2025.
Esto se explica, en mayor medida, por el incremento de 3.0% en los ingresos tributarios, avance que equivale a 365.3 mmp más que la cifra estimada para el año en curso. Las autoridades consideran que esto responderá a un “mayor dinamismo de la actividad económica estimado para el siguiente año y los efectos de las medidas para fomentar un mayor cumplimiento por parte de los contribuyentes y combatir el fraude fiscal”.
El Ceesp ya había señalado que reducir el déficit en la magnitud que lo pretendía hacer el gobierno para 2025 (3 puntos del PIB) era considerablemente complejo, incluso muy poco probable, sobre todo porque esto tendría que ser a través del gasto. Este no ha mostrado señales de austeridad, como lo ha señalado el gobierno y el Paquete 2025 tampoco parece considerarlo.
Para el próximo año se propone un gasto total de 9,226.2 mmp, cifra que si bien es 3.6% menor en términos reales a la estimada para el cierre de este año, resulta 563 mmp superior a la cifra de 8,664 mmp prevista en los Precriterios 2025, que equivalía a una disminución de 8.8%.
La complejidad de un mayor ajuste al gasto se relaciona en mayor medida con el hecho de que en buena parte se ha concentrado en transferencias incondicionales que obviamente son muy rígidas a la baja ya que su reducción sería muy costosa políticamente.
A menos que las autoridades decidan sacrificar algún programa de menor relevancia, es poco viable una reducción del gasto suficiente para cumplir los objetivos de déficit, sobre todo cuando hay propuestas de nuevos programas sociales que se han venido anunciando.
A cumplir el protocolo
Este miércoles, por lo pronto, el secretario de Hacienda cumplirá con el protocolo legislativo y expondrá el paquete económico en la Cámara de Diputados. Después habrá reuniones con funcionarios de esa dependencia para ver rubro por rubro el Presupuesto y también la Ley de Ingresos y la Miscelánea Fiscal.
De acuerdo con la agenda legislativa, se tiene previsto enviar la Ley de Ingresos, una vez discutida y aprobada, al Senado el 27 de noviembre, para después iniciar el análisis y la discusión del Presupuesto de Egresos de la Federación, a partir del día primero de diciembre y hasta el 13 de diciembre.
Según Ricardo Monreal Avila, presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) de la Cámara de Diputados, “hay tiempo para revisar con mucha seriedad y cuidado el Presupuesto de Egresos de la Federación que, junto con la Ley de Ingresos y la Miscelánea Fiscal, constituyen el Paquete Económico del Gobierno Federal y el instrumento financiero más importante que tiene el gobierno de la República y el Estado nacional, dado que de ahí se financian las actividades de los tres poderes de la Unión y de los órganos autónomos”.
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*Periodista, director de la Revista Hábitat Mx