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EDUARDO MERAZ
Las declaraciones del embajador de Estados Unidos, Ken Salazar, y de Ismael Zambada el fin de semana, seguro despejaron la duda presidencial sobre “¿dónde está el piloto?” y su supuesta desinformación.
Si días previos el mandatario totalmente Palacio Nacional se quejaba de recibir datos a cuentagotas de su socio comercial, el fin de semana le cayó un tsunami informativo qué puede anegar el camino cuatroteísta y poner en riesgo la continuidad.
Como decía Jack el Destripador: vamos por partes. Ante la demanda reiterada del “cándido” habitante saliente del palacete de recibir información de EU sobre la captura de Ismael Zambada y Joaquín Guzmán López, el embajador Salazar precisó:
El avión utilizado salió de Sinaloa; la aeronave, el piloto y quienes participaron en el traslado no son estadounidenses. Es decir, todo el tramado queda en el campo mexicano, excepto la detención en territorio de Texas.
Y si después de dos semanas, las autoridades mexicanas no contaban con esos elementos, según el presidente sin nombre y sin palabra, demuestra dos posibles escenarios:
Uno, la incapacidad e ineficiencia absoluta del gobierno de la 4T; o dos, la intención de presentar una narrativa a conveniencia y que le lave la cara a autoridades emanadas de Morena, involucradas con el Cártel de Sinaloa.
La versión de “El Mayo”, cuya veracidad debe ser confirmada, es una especie de retrato hablado de cómo el crimen organizado es, en muchas regiones del país, factotum en la designación y formas de gobernar.
El gobierno les debe una explicación verídica a los mexicanos de cómo ninguna autoridad policial, militar, aeroportuaria y de inteligencia se percató de estos hechos. Hasta ahora, los dichos presidenciales no son creíbles.
Los tratos o vínculos entre el CO y gobernantes es una verdad de Perogrullo existente desde hace varios años. Sin embargo, el cambio de régimen iniciado en 2018 ha sido elemento detonante para la expansión territorial y de negocios de los grupos delincuenciales.
Y en paralelo, lo más extraño o contradictorio es que este mismo camino lo están recorriendo las fuerzas armadas, en cuanto al crecimiento y ampliación de actividades productivas, auspiciado por el mandatario palaciego que, hasta antes de llegar al poder, se oponía a la militarización.
Sin complicidades -dicen-, pero sí con complicaciones para aclarar su verdadero papel en el “Mayazo” enfrentarán los presidentes entrante y saliente y el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha.
¿Y dónde está el piloto?
He dicho
EFECTO DOMINÓ
¿Cuántos miles de millones de pesos tendremos que destinar los mexicanos para los trenes Maya e Interoceánico, Pemex, CFE, Mexicana de Aviación y demás empresas estatales en 2025?
Fácilmente competirán con los programas sociales.
@Edumermo
