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EDUARDO MERAZ
Ni duda cabe, vivir en el cuatroteísmo es ver la vida, ya no en rosa sino en guinda, donde sus líderes y dirigentes se encuentran casi en el paraíso, apartados de los asuntos terrenales. En su “mundo ideal” poco importa un instituto de transparencia incompleto y las decenas de nombramientos pendientes.
Para los senadores del oficialismo, las advertencias de la Corte de posibles consecuencias pecuniarias y de cárcel si no cumplen con la designación de los funcionarios faltantes, para la operación plena de organismos autónomos y áreas del poder judicial son como las llamadas a misa.
No aprobar a los comisionados que le hacen falta al Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), es un “sacrificio” que están dispuestos a ofrendar al presidente totalmente palaciego, con tal de cumplir sus sagrados caprichos.
Aun cuando el Senado de la República está emplazado para realizar las asignaciones que tenía pendiente desde marzo, este miércoles, después de dos procesos de votación, la mayoría legislativa anuló sus votos, por lo que ninguno de los integrantes de las dos ternas obtuvo la mayoría requerida.
Esta decisión de los legisladores, por esas extrañas coincidencias de la vida, ocurre cuando se está anunciando en redes sociales la difusión de una serie de reportajes en donde se revelan algunas de las muchas fechorías cometidas por funcionarios de la actual administración que, desde sus inicios, se ha negado a la transparencia y la rendición de cuentas.
Y como en política no existen casualidades, sino causalidades, lo más probable es un nuevo retraso en la designación de los comisionados faltantes del INAI -que, por cierto, habrán de nombrar a un nuevo presidente en breve-, hasta el próximo periodo ordinario de sesiones.
Mientras, las dos precandidatas a la Presidencia de la República, Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez, buscan armarse hasta los dientes para la futura batalla electoral y empiezan a designar a sus respectivos equipos, en donde se nota una gran mayoría de personajes ya muy vistos en las lides políticas.
Y si bien para el dirigente de Morena, Mario Delgado los nombres en la alianza opositora son “cartuchos quemados”, muchos de los incorporados al cuatroteísmo, en realidad, son auténticas “balas perdidas”, formados en las filas del prianismo o en el perredismo.
La incorporación al partido guinda de ex integrantes del Revolucionario Institucional, de Acción Nacional y de la Revolución Democrática no es de extrañar, pues en realidad Morena ha sido, es y será refugio de políticos en busca de cargos y faltos de convicciones. Son terneritos pastando en los pastizales de Palacio Nacional.
Como si se tratara del regreso de los “hijos pródigos”, el mandatario sin nombre y sin palabra y su “bastonera” se manifiestan gozosos y benevolentes de perdonar a todos los políticos arrepentidos de sus pecados cuando manejaron recursos públicos, sin significar que no lo volverán a hacer, como ya ha quedado demostrado en el presente sexenio.
Así, el cuatroteísmo muestra sus dobleces. Por un lado, rechaza las ternas para el funcionamiento pleno del instituto de transparencia, que le causa escozor; y por el otro, da cobijo a lobos con disfraz de terneros.
He dicho.
EFECTO DOMINÓ
El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, dijo que el anuncio de la sanción a gente vinculada con los Beltrán Leyva «es un claro recordatorio de que quienes lleven el veneno del fentanilo y otras drogas y violencia a nuestras sociedades enfrentarán las consecuencias y rendirán cuentas». Es decir, nada de abrazos y no balazos.
@Edumermo
