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EDUARDO MERAZ. Sin necesidad de reproches por su inasistencia a la Cumbre de las Américas, Joe Biden dio tremenda paliza al presidente sin nombre, sin gracia y sin lucidez; no sólo lo ponchó, sino le impidió anotar, propinándole una blanqueada como nunca antes.
El comunicado conjunto de la entrevista que sostuvieron este martes los mandatarios de Estados Unidos y México demostró las prioridades de la relación bilateral.
El primer párrafo del comunicado señala que ante los desafíos globales y regionales sin precedente “ambas naciones defendemos la democracia, el crecimiento inclusivo, la transparencia, el Estado de derecho y los derechos humanos como valores fundamentales que sustenta nuestra seguridad y prosperidad compartidas”.
Diplomáticamente le dieron tremendo ponche al presidente sin gracia, pues son temas en los cuales no tiene precisamente sus mayores logros.
En cambio, los asuntos migratorios, que eran el principal tema a tratar por el mandatario sin lucidez, merecieron el último sitio en la jerarquía de la agenda, pues ocuparon los últimos párrafos del comunicado y sin ningún compromiso concreto, salvo buenos deseos.
Las 300 mil visas temporales que gestionaría y el establecimiento de un plan para una migración ordenada, porque el mercado norteamericano demanda fuerza de trabajo, quedó para mejor oportunidad. Así, la defensa de los migrantes prometida se quedó en simple palabrería del presidente sin nombre.
Pero eso sí, se puntualiza que “mantendremos fuertes políticas de control fronterizo mientras garantizamos la plena protección de los derechos humanos”. Y lo más cercano a los sueños del tabasqueño de su programa sembrando vida, fue el compromiso “por mejorar las condiciones económicas y sociales en toda la región”.
Además, en el documento salen a relucir parte de las debilidades o deficiencias de México, bajo el régimen cuatroteísta, sobre todo en el rubro alimentario, ya que nuestro país planea comprar a su principal socio comercial 20 mil toneladas de leche en polvo y hasta un millón de toneladas de fertilizante y continuará comprando alimentación animal.
Lo realmente importante para el presidente de Estados Unidos es el cumplimiento de los términos del Tratado de Libre Comercio (T-MEC) suscrito con México y Canadá, en especial lograr que las cadenas de suministro sean más resilientes y expandir la producción en América del Norte.
El problema de la inflación fue tocado tangencialmente, pues lo importante es completar un plan conjunto de varios años de modernización de la infraestructura fronteriza México-Estados Unidos, con una inversión conjunta de 5 mil millones de dólares, de los cuales nuestro país aportaría casi una tercera parte.
En el siguiente orden de importancia se ubicaron los desafíos compartidos del cambio climático, decidimos promover un clima de negocios que promueva una América del Norte más verde y limpia, que incluye un plan de implementación para eliminar las quemas y fugas en operaciones de gas y petróleo en mar y tierra, tan comunes en Pemex.
También se incluye el compromiso de trabajar juntos para abordar los principales retos de seguridad como los desafíos del fentanilo, el tráfico de armas y el contrabando de personas, y para reducir los niveles de abuso de drogas y adicción. Nos comprometimos a profundizar nuestra cooperación para combatir las organizaciones criminales transnacionales que fomentan la violencia en ambos países.
En síntesis, el comunicado conjunto revela que el mandatario sin lucidez puede macanear a nivel local, pero no tiene la capacidad para estar en grandes ligas y fue ponchado y blanqueado, de tal forma que la “doblada» de Trump resultó un juego de niños.
He dicho.
EFECTO DOMINÓ
En serios aprietos puso el Instituto Nacional Electoral a los partidos, pues en las elecciones de 2023 -estado e México y Coahuila- tendrán que nominar a una mujer, lo que según algunos analistas, implica asegurarle su candidatura, por parte de Morena, a la actual secretaria de Educación, Delfina Gómez.
@Edumermo
