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EDUARDO MERAZ. Los tiempos de las estatuas de marfil quedaron sólo en recuerdos infantiles. Hoy se ha dejado de lado la simulación y cual más o cual menos de los integrantes de la clase política -más bien sin clase- lanza sus ambiciones al aire y se postula para un cargo de elección popular.
No son tiempos de campañas políticas, pero como si lo fueran. Por las calles y avenidas de las ciudades del país se ven pintas y espectaculares de personajes promoviéndose con descaro, después de la famosa consulta revocatoria, donde el oficialismo convirtió las leyes en un desechable.
Ensayo en el cual las autoridades electorales parecieron estar pintadas; guardaron y guardan respetuoso silencio, no vaya a ser la de malas y la iniciativa de reforma electoral promovida por el presidente sin nombre, sin gracia y sin lucidez resulte aprobada y las deje en la inopia.
En los tiempos que corren, nadie se acuerda ya de la cancelación de las candidaturas de Raúl Morón, en Michoacán, y Félix Salgado Macedonio por no presentar informes de gastos realizados en precampaña.
Habría que preguntarles al Instituto Nacional Electoral (INE) y al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), si ya están tomando nota de los gastos anticipadísimos de precampaña de las corcholatas, corcholatitas, taparroscas y quitapones de Morena, que son los más acelerados en busca de la nominación.
Como ya aprendieron la lección, los morenistas aspirantes a los gobiernos del estado de México y de Coahuila, para 2023, y a la primera magistratura para 2024, arguyen se trata de actos de simpatizantes, o bien presentan denuncias deslindandose de tales actos promocionales.
Y como en la oposición tampoco son unos dejados y no quieren quedar rezagados en la carrera, también ya se hacen presentes en el marketing político, sin importar formas y normas. Lo de hoy, es brincarse la ley, pues el inquilino temporal del franciscano Palacio Nacional, es especialista en la materia.
Aun cuando está vedado el uso de recursos públicos -dinero de los contribuyentes- para la promoción personal y partidista en tiempos no electorales, a los aspirantes de todas las fuerzas políticas les vale gorro, porque un cargo bien vale la pena recibir “amonestaciones” y “medidas cautelares”, que se han vuelto como las llamadas a misa.
Para no llamarles precandidatos, Morena, se ha inventado el apelativo de responsables de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación, como si con ello se diluyeran y desaparecieran las actividades proselitistas que realizan y efectuarán, de aquí al inicio formal del proceso electoral para los años 2023 y 2024
Más allá de la motivación política de los suspirantes, por alcanzar la aprobación del gran elector o de los mecanismos internos de cada partido para designar a sus abanderados, hay una lucha sorda por abatir al adversario, sea de casa o externo, pues lo importante no es la democracia, sino que el poder quede en manos de mi grupo.
Habrá que ver si el marketing político de pintas, espectaculares, raps y demás innovaciones mediáticas serán suficientes para mitigar el oscuro escenario económico mundial que se avecina y si la ecuación pan y circo aún tiene vigencia o se le declara desahuciada.
He dicho.
EFECTO DOMINÓ
Cada que hay una reunión de alto nivel entre México y Estados Unidos, nuestro país procura entregar regalos a su vecino del norte. Como en esta ocasión no logró detenciones de mandos medios o altos del crimen organizado, le lleva la noticia de grandes cantidades de drogas incautadas y la destrucción de laboratorios de estupefacientes, sobre todo del Cártel de Sinaloa, durante lo que va del mes.
@Edumermo
