PULSO/ Maratón

EDUARDO MERAZ

Hoy da inicio el famosísimo maratón Guadalupe-Reyes, del cual prácticamente nadie escapa, ya sea como protagonista, antagonista o espectador. Periodo para saber del rol a jugar por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo.

Considerada la cuarta mujer más poderosa del mundo en 2024 por Forbes, deberá encarar a la persona del año en opinión de la revista Time, Donald Trump, en una carrera cuyo arranque será el 20 de enero y no el 6 de enero de 2025.

Los primeros trotes mostrados por ambos personajes dan cuenta de la preparación previa, en dónde se deja notar la fortaleza, técnica y aire del futuro mandatario de Estados Unidos, cuyas pasadas correrías le otorgan cierta ventaja.

Los ejercicios de calentamiento de la presidenta de México la muestra dubitativa y con poco entusiasmo de involucrarse en una competencia que ni buscó ni quiso, pero debe involucrarse.

Parece improbable que su condición de mujer y el tamaño de la economía mexicana le pudiera representar un hándicap a favor; todo lo contrario. La propensión al agandallamiento de Trump se puede acentuar y terminar por imponer condiciones.

Es algo parecido a la situación interna que se vive en México, dónde la “tiranía o porrismo legislativo” del oficialismo avasalla y poco le importan las razones de la oposición.

Las similitudes entre Trump y el cuatroteísmo, ponen en un predicamento a Sheinbaum Pardo, pues si ni siquiera puede meter al orden a los de casa, no se ve cómo pueda ponerse en igualdad de condiciones con quién será su homólogo.

Ese es el escenario más probable en el cual deberá desempeñarse Sheinbaum Pardo. Maratón que, desafortunadamente, no tiene fecha límite y tampoco cuenta con los instrumentos y capacidades de sus colaboradores para contrarrestar las provocaciones trumpianas.

Y mucho menos cuando el terreno dónde entrena -México- se encuentra en deplorables condiciones, tanto físicas, como sociales y políticas. Las ruinas en las que recibió el país en casi todos los campos, difícilmente le ayudan a mejorar su condición para aguantar presiones adicionales.

La inseguridad prevaleciente y la falta de control gubernativa, merman sus imaginarias fortalezas; el desmantelamiento de instalaciones y el deterioro del pacto social tampoco abonan a presentar una imagen vigorosa y llena de arrojo.

Los puyazos casi a diario lanzados por Donald Trump y quiénes formarán parte de su gobierno, son parte de la guerra psicológica, en aras de disminuir la autoestima de la mandataria mexicana, parecen tener cierto efecto.

La casi cuarentena para terminar el Maratón entre México y Estados Unidos no será de reposo ni propia para festejos. Serán tiempos de diseñar una estrategia más allá del tono defensivo usado hasta ahora.

En tanto al final del maratón no termine pidiendo posada -benevolencia-, postura contraria a su designación de cuarta mujer más poderosa, habrá esperanza de no convertirnos en una estrella más.

He dicho.

EFECTO DOMINÓ

El presupuesto 2025, aprobado por la mayoría oficialista en la Cámara de Diputados, debe entenderse como el comportamiento del capataz que flagela a la servidumbre -los mexicanos- para quedar bien con el patrón.

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