EDUARDO MERAZ
La algarabía predominante en el oficialismo, empezando por el presidente palaciego, por el triunfo de su abanderada, Claudia Sheinbaum, puede ser de corta duración.
Los días por venir no vienen fáciles en el renglón económico; los compromisos por la deuda pública, en particular de Pemex, y la disminución en el crecimiento económico, impactarán el final del presente sexenio y el inicio del siguiente.
Aun cuando el cuatroteísmo alcance la mayoría calificada en el Congreso, las perspectivas económicas auguran tiempos difíciles.
Ejemplo claro de estas inevitables complicaciones, queda evidenciado con la
confirmación de Rogelio Ramírez de la O, en la Secretaría de Hacienda, justo cuando la divisa mexicana sufrió una caída importante, al igual que la Bolsa Mexicana de Valores.
Es decir, en el mundo se tienen dudas sobre el futuro económico de México, al ser controlado por una mayoría morenista en los poderes ejecutivo y legislativo.
Algunas de las reformas promovidas por el mandatario totalmente Palacio Nacional en años recientes, como la Ley de la Industria Nacional -rechazada por la Suprema Corte- van en sentido contrario a la seguridad jurídica buscada por el capital privado.
También están en revisión del poder judicial otras reformas
a leyes y cambios constitucionales aprobados por la mayoría morenista en 2023, y que fueron impugnados por los partidos de oposición.
Además, sí Morena y sus aliados obtienen la mayoría calificada en la Cámara de Diputados y en el Senado de la República, es muy factible que esos cambios y el paquete de 20 reformas, como la ley de la industria eléctrica, puedan ser aprobadas antes de terminar el sexenio.
La permanencia en el cargo del titular dr la Secretaría de Hacienda y Crédito Público busca calmar los mercados y decir que, en el corto plazo, no se adoptarán medidas estatistas.
De acuerdo con algunas consultoras del exterior, México enfrentará dificultades para poder hacer frente a la deuda pública y a la de Petróleos Mexicanos y, al mismo tiempo, impulsar el desarrollo económico.
Esto cobra relevancia en momentos en los cuales no se puede postergar aprovechar las ventajas geográficas de México con la relocalización, que reclaman importantes inversiones en infraestructura.
Sin embargo, los antecedentes autoritarios del ejecutivo para que a la orientación de sus cambios legislativos no se les modificará ni una coma, generan temor de que sean replicados en la próxima administración.
Y salvo que se recurre de nueva cuenta a la deuda pública, el panorama es poco alentador para los negocios y pueda haber manifestaciones de desacuerdo, tanto de empresarios como de la población.
Por lo pronto, el segundo piso del cambio de régimen que se avecina, alargaría el túnel del mal gobierno cuatroteísta.
He dicho.
EFECTO DOMINÓ
Se ve poco factible que la alianza opositora tenga la suficiente fuerza y los argumentos para volver menos dolorosa la derrota electoral.
@Edumermo