EDUARDO MERAZ. Como en las mejores épocas del agente 007, es muy probable la existencia de expedientes X de integrantes importantes del cuatroteísmo. Lo ocurrido al fiscal general, Alejandro Gertz Manero, confirmaría que nadie está a salvo de ser “alambreado”.
Si es cierta esta hipótesis, es muy probable la multiplicación de audios y videos de prohombres de la 4T, en los cuales salgan a relucir dichos y actos apartados del no mentir, no robar y no traicionar. Serían tan igual de mortales como todos los demás, sin diferencias.
Lo grave para el cuatroteísmo en estos menesteres es la sospecha más que fundada de espionaje en sus propias filas. Antes, se suponía, este tipo de acciones se concentraban en los adversarios u opositores al régimen en turno; hoy, ese mal se ha extendido a todo mundo, sea de casa o foráneo.
Ello simboliza un altísimo grado de desconfianza hacia los propios miembros de la 4T, que desmentiría el aserto del presidente sin nombre, sin estatua y sin gracia, sobre el 90 por ciento de honestidad de los servidores públicos con puestos directivos.
Además de los ya muy conocidos personajes cuatroteístas, ¿cuántos colaboradores del presente régimen deben sentirse inseguros, temerosos de que sus nombres salgan a relucir y andar en boca de la opinión pública y no precisamente por sus buenas acciones? ¿Serán más los prietitos en el arroz, al cereal mismo?
Es curioso cómo un buen número de funcionarios públicos y legisladores muestran mucha resistencia a presentar sus declaraciones patrimoniales, de ingresos y de no conflicto de interés, pero ahora -de confirmarse las labores de espionaje- están ante la posibilidad de que esos datos puedan ser del dominio público.
Aun cuando resulta demasiado atractivo tener la posibilidad de acceder al conocimiento de las historias alternas de los miembros del gabinete, es evidente la ilegalidad en que han incurrido quienes “alambrean” a las personas y más, si las hacen públicas.
Lo importante es saber si sólo ¿hay una gran central o son varios los centros de espionaje?; si tienen carácter oficial o son por iniciativa de individuos o colectivos. En uno u otro caso, estaríamos ante actos supuestamente erradicados por este gobierno.
El propio presidente innombrable ha incurrido en prácticas poco éticas, al dar a conocer información confidencial de algunos de sus adversarios o adelantos de averiguaciones previas que semejan mucho las actividades de espionaje.
Por eso no debería extrañar que casi nadie de sus cercanos colaboradores hace caso a las instrucciones del mandatario sin gracia y se vayan por la libre. O cuando menos, lo están engañando al decirle que no hacen lo que sí hacen.
La sucesión adelantada en Morena configura el escenario perfecto para un remake de “espías en conflicto”, en donde es poco probable que no haya heridos y una que otra baja en el equipo presidencial, o entre los colaboradores de las corcholatas.
He dicho.
EFECTO DOMINÓ
Mientras la oposición insiste en que el análisis y discusión de la reforma eléctrica se lleve a cabo hasta pasadas las elecciones de junio, un documento dado a conocer por diputados de Morena, señala que dicha iniciativa buscará ser discutida y aprobada antes de Semana Santa.
@Edumermo