EDUARDO MERAZ
Entre intermitencias técnicas, lamentables errores, duendes nocturnos y urgencias por aprobar sin moverle una coma a cambios en la Carta Magna, los integrantes de la “tiranía legislativa” han terminado por empacharse de ordenamientos y ahora no saben cómo no aparecer como ineptos y vasallos del poder ejecutivo.
Y no sólo son culpables los 500 curulecos y 128 escañeros , sino sus líderes en las cámaras de Diputados y de Senadores, que por quererse atragantar y conformar una pretendida supremacía constitucional, han terminado por exhibir sus miserias políticas, al intentar hacer caso omiso a las instrucciones provenientes de Palacio Nacional.
Ya lo dice el refrán popular, el que a dos amos sirve, con uno queda mal. Y justamente eso les pasó a los pastores de Morena y aliados en ambas cámaras, que sintiéndose protegidos por el manto del ex, decidieron que era momento de jugarle las contras a la presidenta Claudia Sheinbaum.
Por eso, ahora van a tener que hacer malabares para desfacer el entuerto de haber “anulado” la reforma al poder judicial y eliminado los super poderes autoasignados, por lo cual ahora se han vuelto legisladores del montón, comunes y, sobre todo, corrientes, pero eso sí con presupuesto abundante.
Los doctores en Derecho o simples abogados terminaron mostrando sus inocultables limitaciones jurídicas. En realidad, confirmaron ser simples tinterillos con hambre de un poder para el cual no están preparados y explica por qué no fueron premiados con la candidatura presidencial, no obstante andarla buscando desde su propia “docena trágica”.
En efecto, atragantándose del paquete de reformas que les dejó pendientes de aprobar el ex presidente totalmente palaciego, para concluir en el actual periodo ordinario, los legisladores del oficialismo prácticamente se hicieron el hará-kiri. Así, el que por su gusto se quema, hasta al jocoque le sopla.
Al eliminar a los organismos autónomos, los morenistas no se dieron cuenta que en varios artículos eliminaron párrafos completos recientemente aprobados, sobre todo respecto del Articulo 105 de la Constitución en los cuales se ubica la mal llamada supremacía legislativa.
Y eso sin contar con las complicaciones de desmarcar de esta medida a la Comisión Federal de Competencia y el organismo regulador en el área de telecomunicaciones, pues si quedan dentro de la administración pública federal, se estaría violentado lo acordado en el T-MEC, en donde está el compromiso de ser órganos autónomos del gobierno central.
Pero eso sí, los legisladores morenistas se muestran muy orondos subiendo a la máxima tribuna del país a ejemplares caninos, por el hecho de haber aprobado una ley en favor de la protección de los animales, con lo cual confirman su verdadera estatura como representantes de los mexicanos.
Estamos por ser testigos de uno acto de contorsionismo histórico, nunca antes visto -como les gusta definir a los guindas cada una de sus acciones-, que ni chinos ni los artistas del Cirque du Solei serían capaces de realizar.
A manera de ensayo, ya nos dieron una pequeña muestra con la “multiplicación de los aspirantes” a jueces y magistrados que, en menos de 24 horas, se hicieron presentes de manera exponencial, que en unas cuantas horas las estimaciones de la mandataria Sheinbaum, se quedaron muy por debajo de la afirmación del senador Gerardo Fernández Noroña.
Esperemos que el presente “empacho legislativo” no termine en mayores malestares digestivos de infaustas consecuencias.
He dicho.
EFECTO DOMINÓ
Todo mundo se ha congratulado por el operativo “Enjambre”, llevado a cabo por las fuerzas del orden estatales y federales en la entidad gobernada por Delfina Gómez. Sin embargo, si nos remitimos a los resultados, su efectividad fue de poco más del 50 por ciento, pues de 14 órdenes de aprehensión únicamente se cumplimentaron siete, a pesar de haber utilizado a 1,500 elementos.
@Edumermo