EDUARDO MERAZ
La imprudencia entre un sector de Morena, derivada del amplísimo triunfo en las urnas el pasado 2 de junio, contrasta con la mesura mostrada hasta el momento por la virtual presidenta, Claudia Sheinbaum, revelando las diferencias internas de los salientes y los próximos entrantes.
Si bien no son posiciones irreconciliables, la falta de “timing” de los idus en septiembre venidero al dar casi por hecho la aprobación del llamado Plan C -anunciado por el presidente palaciego en febrero pasado-, al anticipar una mayoría calificada en el Congreso, por las buenas o por las malas.
Sin embargo, los adelantos de posibles reformas constitucionales, primero de parte del mandatario totalmente Palacio Nacional, el lunes pasado, y este jueves por el coordinador de los diputados de Morena, Ignacio Mier, parecen precipitados; o bien, se trata de una estrategia para negociar cargos desde una posición de fuerza.
En cualquier caso, han generado inestabilidad en el precio del peso frente al dólar, obligando a la sucesora, a salir a dar mensajes tranquilizantes, vía la ratificación de Rogelio Ramírez de la O como titular de Hacienda, y este mismo jueves comunicando de su llamada con el FMI, Banco Mundial, la OCDE y la entrevista con el representante de BlackRock en México.
No obstante, la cotización de la divisa mexicana frente a la estadounidense registró una nueva caída, al ubicarse casi en 18 pesos por dólar.
Estas tensiones domésticas en el cuatroteísmo son parte ineludible del “interregno”. De un lado, el predominio rencoroso de la actual administración por doblegar los contrapesos aún existentes, en especial el poder judicial; y por el otro, un gobierno futuro que, sin tener el mando a plenitud, está tratando de encontrar su estilo propio.
El tono mesurado utilizado en días recientes por la futura mandataria mexicana se asemeja mucho al utilizado por su predecesor, cuando recibió su constancia como presidente constitucional. Está por verse si el virus del rencor no le ha sido inoculado.
El coordinador del grupo parlamentario de Morena en la Cámara de Diputados, Ignacio Mier, reveló que las 18 reformas constitucionales propuestas ejecutivo saliente, en febrero de este año, serán sometidas a votación en septiembre, pues la respectiva Comisión de Puntos Constitucionales ya se encuentra trabajando en los dictámenes correspondientes para cada una de las reformas.
Por su parte el senador morenista, Ricardo Monreal, recomendó a sus correligionarios no precipitarse en la aprobación del Plan C y que dicho proceso no se hará a rajatabla, pues aún existen pasos que cubrir para la oficialización de la integración del Congreso. Sin decirlo, es obvio que falta la opinión de la futura mandataria, Claudia Sheinbaum.
Las condiciones económicas de aquí al inicio de la nueva legislatura serán de vital importancia, pues el escaso crecimiento de las actividades productivas en lo que resta del año y las limitantes en la disponibilidad de recursos públicos serán factores para saber si el Plan C va sin modificarle una coma o va incompleto o se modifican sus términos originales.
El citado paquete de reformas ¿irá o se irá en el mes patrio, como el saliente habitante temporal del palacete virreinal?
He dicho.
EFECTO DOMINÓ
El denominado “voto oculto”, en realidad se dividió entre el voto del conformismo y el voto del miedo, como rebelan el desglose de las variables de ingresos, edad, nivel educativo y beneficiarios de los programas sociales.
@Edumermo