PULSO/ Como aduanero que soy

EDUARDO MERAZ

Si algo puede explicar por qué a pesar del esfuerzo de los mexicanos, en los últimos seis años hemos visto el deterioro de gobierno y gobernantes, baste con darse una vuelta por la historia del servicio aduanero del país en este lapso, para explicarlo y entenderlo sin grandes problemas.

Hoy que nuevamente el hermano del famosísimo “Nico”, el chofer del Tsuru del expresidente sin nombre y sin palabra, Rafael Marín Mollinedo, asume la titularidad de Aduanas, revela que el cuatroteísmo consiste básicamente en el reciclamiento de modelos y personas del pasado, antepasado y prehistoria.

Durante el último sexenio, hemos sido testigos como los directores de Aduanas de México no duran en el cargo más de un año y tienen que ser removidos de esa responsabilidad, cuya función recaudadora ha dejado mucho que desear, lo cual nos dice dos cosas:

Por un lado, a pesar de los avances tecnológicos, a agentes y autoridades aduanales simple y sencillamente uno de los Principios de Peters, el de Incompetencia, los tiene poseídos, o por el otro, la corrupción los tiene posesos.

No obstante, el bajo crecimiento de la economía durante el cuatroteísmo, superior al 6 por ciento, se ha traducido en una disminución en igual proporción a los días previos a la pandemia.

Mientras en 2018, la recaudación por las operaciones de comercio exterior de México con el resto del mundo totalizó1.3 billones pesos, seis años después, apenas si recolecta ingresos fiscales por 1.2 billones de pesos; es decir, 100 mil millones de pesos menos.

Es decir, el año pasado, la recaudación en aduanas se ubicó 6.6 por ciento por debajo de los niveles prepandemia. Y si los comparamos con 2018, estaríamos hablando de un 10 por ciento inferior, de acuerdo con la información de la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM).

Esta evolución es fiel reflejo del manejo, llamémosle, desaseado de las aduanas del país, pues las historias de vida de sus principales directores hablan por sí solas. Empezando por Rafael Marín Mollinedo, que regresa luego de tres años al mismo cargo.

Marín Mollinedo ocupó la titularidad de Aduanas durante el gobierno de López Obrador y lo dejó después de seis meses para convertirse en embajador ante la Organización Mundial de Comercio (OMC).

También han ocupado, por breves lapsos, el encargo, André Foullon, militar que supuestamente llegó para erradicar corrupción, contrabando, narcotráfico y evasión fiscal, pues los ingresos de aduanas representaban en 2023 el 15 por ciento del presupuesto nacional.

Antes, en abril de 2020, Horacio Duarte, hoy secretario de Gobierno de Delfina Gómez, en el estado de México fue nombrado director de Aduanas, en reemplazo de Ricardo Ahued.

Duarte vendría a dar continuidad a los proyectos truncos del senador con licencia Ricardo Ahued, quien, en su momento, llegó a ocupar el cargo que dejó el posterior Subsecretario de Gobierno de la Segob, Ricardo Peralta Saucedo, quien propuso establecer acuerdos con el crimen organizado, y a quien se vincula con grupos huachicoleros.

Los caminos de las aduanas no son como pensaban quienes han pasado por esas oficinas; son mejores, o eran. Con la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, el maná aduanero puede dejar de fluir.

Es un mundo que se cuece aparte. Con más de siete mil servidores públicos repartidos en nueve administraciones centrales y 49 aduanas en todo el país, en fecha próxima tendrá un campus como ningún otro sector. La Agencia Nacional de Aduanas de México estará completamente operativa en marzo de 2025.

Peters debe estar feliz al constatar que la incompetencia tiene jugosos premios.

He dicho.

EFECTO DOMINÓ

Además de no pagar a sus proveedores, adeudos que rondan los 400 mil millones de pesos, los asaltos a Pemex en altamar nos han costado a los mexicanos más de mil 790 millones de pesos.

eduzarem@gmail.com

@Edumermo

www.entresemana.mx

Check Also

PULSO/ Pemex, una desgracia

EDUARDO MERAZ Entre las mentiras más grandes del sexenio anterior, fue el llamado “rescate” de …