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Aunque el tema no deba discutirse en estas apuntaciones preliminares. José Gaos
FLORENCIO SALAZAR
(SemMéxico, Chilpancingo, Guerrero). El nombramiento de Luisa María Alcalde como secretaria de Gobernación, es exitoso. Sin duda, mejora la imagen del gobierno de la 4T.
Las corcholatas están compitiendo como rayuelas. Rayuela, homónima de la novela de Julio Cortázar, era un de los juegos preferidos de mi infancia. Se aplana una corcholata, se le quita el corcho –ahora plástico– se perforan dos agujeros en el centro, se saca filo a su perímetro, luego se introduce un hilo de aproximadamente 60 centímetros que se anuda en sus puntas, después se introduce entre los pulgares, se le da vueltas para tensarlo hasta hacerlo un resorte. Entonces, ya está lista la rayuela para enfrentar algún adversario tratando de cortar el hilo del otro. En esa fase están las corcholatas de la 4T.
En ninguna Constitución o ley se reconoce a personas físicas o morales concretas. Una establece los mandamientos del pacto político y otra las disposiciones generales y abstractas. Así, por ejemplo, si se quiere fundar un club de caza y tiro la ley de la materia señala los requisitos y condiciones para su registro por parte de la autoridad competente. Pero no se reconoce en las normas imperativas, con nombre y apellido, a organización alguna. Héctor Popoca debería asesorase de algún constitucionalista para no incurrir en sus popocadas.
El subsecretario de Asuntos Agrarios de la Secretaría General de Gobierno –¿cómo se llama?– declaró que los problemas agrarios son herencia del anterior gobierno del estado. Caray, por lo menos debería leer la Ley Agraria. Los temas agrarios son del ámbito federal y la autoridad estatal es coadyuvante sin facultades para resolver los problemas de la tenencia de la tierra. Este funcionario que al parecer no funciona, sigue el modelo de manejar –conducir es otra cosa– mirando el espejo retrovisor.
Tejiendo nuestra historia en Guerrero es un libro que no he podido obtener. En su presentación en Acapulco, el 26 de mayo pasado, algunas féminas dijeron cosas imprecisas y hubo, incluso, quien mintió. Se trata, de acuerdo con la nota informativa de El Sur, sobre la Declaratoria de violencia de género en Guerrero. Como secretario general de Gobierno de la Administración Astudillo, con menos de 2 millones de pesos asignados por la federación, implementamos acciones afirmativas e instalamos las nueve oficinas municipales, incluida Chilapa que se incorporó a iniciativa mía, y así consta en documentos. Ahora, el programa tiene una asignación de casi 20 millones de pesos. Por cierto, no he leído las belicosas declaraciones emitidas en el sexenio pasado cuando los feminicidios estaban muy por debajo respecto a lo que ocurre ahora. Espero disponer del texto y luego platicamos.
Primer acto: En Chilpancingo, un grupo de vándalos encabezados por Nicolás Chávez Adame derriba la escultura a los Derechos Humanos de la artista Catalina Botero y abollada se la lleva en una camioneta. La Comisión Estatal de los DH guarda silencio. Segundo acto: Se nombra a Nicolás Chávez Adame asesor de la gobernadora Evelyn Salgado. Tercer acto: La alcaldesa manda arrasar la plaza en donde se encontraba la escultura. ¿Cómo se llama la obra?
Chilpancingo ha sido y es una ciudad de temple, de carácter. Los gobernadores Caritino Maldonado Pérez y José Francisco Ruíz Massieu decían que a los chilpancingueños había que tratarlos con pinzas. Eso decían. En efecto, cuando se organizan los barrios la tierra tiembla. Se trata, pues, de no alborotar el avispero.
Me comentó el poeta Pedro Serrano, ex director de la Revista de Literatura de la UNAM, que en las actividades culturales había más egoísmo que en la política. No lo creí, por supuesto. Reconozco que tiene razón. Qué ironía, siendo generosa la actividad cultural cuánta miseria hay en el medio. Dirían los antiguos: les hace daño hasta lo que no se comen.
Es una desgracia para nuestra vida democrática la desaparición impresa de Proceso, fiel al espíritu de su fundador don Julio Scherer García. Ha sido víctima del pirataje y de la falta publicidad. Si tuviera que redactar un diploma, escribiría: A la Revista Proceso, por ser incómoda al poder
A veces hay que dejar correr las cosas, sobre todo cuando carece de importancia lo que se dice y quién lo dice. En otras, hay que aclarar para que el silencio no se confunda con aceptación. Y como el mundo es sorprendente siempre se podrá tensar el arco.
