Por culpa del PRIAN

IRMA PILAR ORTIZ

Todo lo malo que está pasando hoy en México es culpa del PRI y del PAN.

Una frase que se escuchó en voz de un joven que este sábado marchó sobre Paseo de la Reforma, rumbo al Zócalo de la Ciudad de México.

¡Cuánta razón!

Porque si hoy el putrefacto movimiento-partido que es Morena está en el poder, es consecuencia del hartazgo que generaron los gobiernos del PRI y el PAN entre los ciudadanos, producto de su corrupción, frivolidad y prepotencia.

Los mexicanos confiaron en Andrés López, quien ofreció una renovación de la vida pública, con personajes que serían austeros, honestos, preparados y accesibles. En cambio, nada de eso fue cierto.

Hoy la sociedad se manifiesta en la calle, sin ocultar su rostro, sin consignas partidistas y sin un líder visible. Dirán desde Palacio Nacional que no es así, pero por lo visto este movimiento es totalmente orgánico, producto del hartazgo.

Este 15 de noviembre se convirtió en el Día D del régimen morenista, que se creyó imbatible.

El asesinato de Carlos Manzo, el presidente de Uruapan en Michoacán que se distinguió por denunciar la complicidad de políticos de Morena con el crimen organizado y el yugo en el que tienen a los michoacanos, es el detonante.

Pero, lo cierto es que hay muchas razones para la inconformidad social: corrupción en niveles exacerbados, inseguridad pública, inseguridad laboral, falta de servicios médicos, violencia, abandono a los campesinos, deficiente educación pública, desatención en la búsqueda de personas desaparecidas. Hay muchos motivos para estar enojado.

En más de 50 ciudades del país se vio a la gente salir a la calle a manifestarse, a pesar de las críticas y descalificaciones que se hicieron desde Palacio Nacional, donde creyeron tener en exclusiva el derecho a la movilización social y la protesta.

Una explicación a esta inconformidad es, en parte, lo que dice el diputado Rubén Moreira: “es falso que Morena haya combatido la pobreza, porque los indicadores económicos muestran un deterioro del poder adquisitivo”.

De acuerdo a cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, el costo de la canasta alimentaria y no alimentaria creció 4.3 por ciento al mes de octubre con un costo de 4 mil 759 pesos por persona al mes.

De esta forma, si una familia promedio en México es de cuatro integrantes, se necesitan 19 mil 36 pesos mensuales para cubrir lo indispensable y ¿cuantos en México tienen un salario cercano a los 20 mil pesos al mes? Muy pocos.

De acuerdo a la asociación Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, 2 de cada 10 mexicanos ganan más de 20 mil pesos.

El salario promedio para profesionistas y técnicos está en 15 mil 400 pesos al mes, mientras que el salario promedio general está en 8 mil 364 pesos, si tomamos en cuenta que el mínimo al día es de 278.80 pesos.

La canasta básica alimentaria, por sí sola, cuesta 2 mil 450 pesos por persona, lo que significa que una familia necesita 9 mil 800 pesos, solo para comprar alimentos.

Así, al cierre de 2024 había 58 millones de personas en situación de pobreza, de esta cifra 46 millones no podían adquirir la canasta alimentaria y no alimentaria, y 12 millones ni siquiera la canasta alimentaria, lo que significa pobreza extrema.

A esto hay que sumar la caída de la actividad industrial y los despidos en las maquiladoras; ya se perdieron 120 mil plazas laborales en los últimos meses, principalmente en Baja California, Chihuahua, Tamaulipas, Nuevo León y Sonora. Cerca de 670 empresas han suspendido sus actividades.

En pocas palabras, la gente gana menos, compra menos y vive peor; no se redujo la pobreza, sólo la escondieron en su discurso demagógico, plagado de escusas y pretextos.

Todo lo que se avanzó en las décadas recientes, con mayor infraestructura en todos los aspectos, mejores servicios y mayor calidad de vida, se vino abajo.

Y sí, todo es culpa del PRI y del PAN.

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