
ASEAR LA CASA
Se mira lo inocultable
se nota si hay telarañas
rasguños de la erosión
por un suceso evitable
la fosa de corrupción
o el refugio de alimañas
con un vivir criticable
plagado de malas mañas.
En la casa aseada
no hay malos olores
vista desde afuera
no disgusta en nada
ni inspira temores
–quién no la quisiera–
y si está pintada
hasta le echan flores.
Rafael López Jiménez /XII – 2025
Entresemana Información entresemana que forma opinión