MÍTIKAH LAMPAREÓ A XOCO
A través de cristales piso a techo
ven sorprendidos los clientes
algunos con ira o con despecho
o al menos indiferentes
lo que entienden como enojo
la inconformidad de gentes
expresada con arrojo
contra un inmueble flamante
que pintarrajean de rojo
le salpican lo elegante
sin causarle más perjuicios
y ahí sigue muy campante
restándole los servicios
que altera y merma a lo loco
de las casas y edificios
del vecindario de Xoco
cuya esperanza es raquítica
y se agota poco a poco
desde que la torre Mítikah
lampareó y sigue de foco
con una sentencia críptica
de El Mann en alfombra roja
entre altivez y flojera
seguro que quien se enoja
pierde adentro y pierde afuera
pues lo que es legal no afloja.
Rafael López Jiménez/ IX–2022