MIGUEL ÁNGEL LÓPEZ FARÍAS
El país, queridos lectores y televidentes, no es un producto que se resuelva metiéndolo al horno de microondas, esa inocente idea es propia de las mentes que desde las zonas de confort resuelven la vida bajo la lógica del espectador futbolero.
El destino de México me queda muy claro, dependerá de la profundidad de esta transformación, la cual, les provoque urticaria o no a el ala crítica, es un hecho, y como tal debemos aprender a revisarla.
La nación es una pista de tragedias y de comicidad involuntaria, propio de las naciones emocionales, las que se alimentan de telenovelas y del alimento intelectual (si así se le puede definir) de las redes sociales.
Hoy nos en encontramos enfrascados en que tipo de México debemos ser, hoy, a el graderío de la «inteligencia» nacional ( la frase es de Octavio Paz) se siente ofendida ante el supuesto derrumbe de la democracia y lo que , balbucean, la derrota de la república, y si, tenemos frente a nosotros todo un ejemplo del como un gobierno emplea la fuerza de sus votos y sus ventajas en hacer que las cosas cambien, solo que en la historia de este país, y de muchas naciones, las grandes transformaciones son realizadas sobre mesas de operaciones nada cómodas, la anestesia es inexistente y los procesos terminan siendo un tormento, pero solo para los habitantes de esas regiones de confort. ¿Les gustaría revisar lo que se publicaba en la prensa francesa antes de la revolución parisina?, claro que había quienes no estaban de acuerdo con terminar con los privilegios de la monarquía, y por supuesto que los primeros pasos de esa república gala no fueron los más atinados, se depuraron con el andar de los años, y hoy, Francia es un ejemplo de rendición de cuentas y de democracia y mucha, muchísima estatura parlamentaria.
Las «buenas conciencias nacionales» buscan que sigan con los hábitos de una democracia que los llenó de privilegios, ¿cómo olvidar la democracia con sello priista que rego de dinero a muchos, incluyo a periodistas que sonrientes veían crecer sus cuentas bancarias y propiedades mientras desviaban la mirada y así evitar la corrupción de Peña Nieto y sus compinches?
La democracia de Calderón o de Fox, tan útil para los grupos conservadores que se mantuvieron en silencio.
El no hacer algo, durante años, nos condujo a este episodio, el de un cambio de régimen, un nuevo orden de las cosas, claro que, con personalidad tropical, pero que se ira ajustando a la realidad, debemos asumir esa REALIDAD.
Y esa misma nos indica que a pesar de que México es un polvorín de violencia , que la nómina del crimen organizado mantiene a varios gobernadores y presidentes municipales, esa condición no podrá ser sostenida por mucho tiempo, y no solo por tratarse de un asunto de supervivencia política de la 4T, sino porque en Washington han hablado claro y pronto veremos la presión cuando entremos a la renegociación del TECMEC la cual indica una sola cosa: o México garantiza estabilidad social y legal a los inversionistas o no habrá acuerdo. y ¿qué opciones tendrá la presidenta Sheinbaum? emplear todas las herramientas del estado mexicano, no solo el poder de fuego y sus brazos de inteligencia, sino la negociación con los carteles para meterle frio a este infierno.
He tenido oportunidad de leer y escuchar mucho sobre la reforma al poder judicial y sobre el ambiente de terror que priva en algunas regiones del país, hay comentarios sensatos y otros sensacionalistas ,pero la gran materia ausente es la de la historia , misma que al ser despreciada por la comentocracia , descuida que esto que estamos viviendo ya ha ocurrido en otras etapas, que mas allá de un falso debate sobre democracia y leyes, existe una marea que ha ido ganando tierra, y es el de un estado de igualdad social, un modelo de país mucho más justo y el cambio en toda la estructura indica eso, la refundación del estado mexicano.
Juárez lo busco, Díaz lo busco, Plutarco lo busco, Lázaro lo busco, López Mateos lo busco, Salinas lo busco, López Obrador lo busco, Claudia Sheinbaum lo busca, y que yo sepa, esos hacen los y la presidenta: asentar con su trabajo un legado y que un modelo se rompa para dar inicio a otro.
Y no veo cómo, lo que hoy sucede, sea una locura.
México no se cocina en horno de microondas.