MIGUEL ÁNGEL LÓPEZ FARÍAS
Felipe Ángeles acompaño hasta el último momento a Francisco I Madero antes de ser fusilado, se vuelve carrancista y poco después se suma a la lucha a lado de Francisco Villa, hombre preparado, humanista, lleno de ilustración, dirían, artillero, militar, un hombre que entendía muy bien los conceptos de patria y amor a México… Villa le llegó a decir que él debería haber sido presidente de México. Ángeles es traicionado y por órdenes de Carranza es fusilado el 26 de noviembre de 1919 en Chihuahua.
Sí, Ángeles debió ser presidente de México.
Pero la nación, ni la de aquellos tiempos ni de estos, ha podido acompañar a quienes de alguna manera merecen algo más que el paredón.
La reflexión cae en turno de lo que hoy se vive, pues lo que indicaría el sentido común es que el país requeriría de la conducción de verdaderos estadistas.
Pienso en dos nombres, de los que se encuentran en la palestra del poder, Marcelo Ebrard y Ricardo Monreal. Todo indica que ninguno de los dos alcanzará la candidatura a la presidencia de su partido Morena, y no por que carezcan de experiencia y capacidades, sino porque, fiel a los usos y costumbres del presidencialismo, no son los favoritos del único elector, Andrés Manuel López Obrador.
Será Claudia Sheimbaum y habrá tiempo de diseccionar si será una buena o mala presidenta, de eso trataremos en otros picotazos políticos.
En el casillero del doctor Ricardo Monreal queda la sensación de que se estaría perdiendo una valiosa oportunidad de contar en el primer poder del país, de uno de los políticos más afinados, de los que realmente entienden no solo de leyes, sino de su aplicación en un efectivo estado de derecho. Por ello es que comencé citando la memoria de Felipe Ángeles, ya que, aun cuando el país reclama por estadistas, estos son o fusilados o hechos a un lado en contiendas amañadas.
Ricardo Monreal ha dicho que se dedicaría a escribir libros y a dar clases una vez que termine el proceso en su partido, tácita aceptación de que su destino estaría marcado por el paredón de las encuestas.
Pero también se ha mencionado que podría encabezar la candidatura a la jefatura de gobierno de la cdmx y que de ser cierto, le brindaría a la capital, de una oportunidad para contar con un jugador muy capaz, un político con enorme capacidad de negociación y con los pantalones bien puestos para poner orden en esta caótica ciudad.
Ricardo Monreal está a expensas de que el presidente López Obrador decida qué hacer con él, en qué trinchera le pueda ser útil, si el mandatario recurre al pragmatismo y opta por mantener a morena a la capital de México, sin duda impulsará al doctor Monreal y no se expondrían a sostener a la alcaldesa de Iztapalapa Clara Brugada, una mujer muy popular en su región, pero sin aceptación y mucho menos bien vista fuera de Iztapalapa (llama la atención la obviedad del millonario gasto en distintos medios, con entrevistas evidentemente pagadas para convertir a Clara en una mujer preparada para el cargo). Recordemos que gran parte de la chilangada votó en contra de morena hace poco más de dos años…necesitan a alguien serio y con empaque entre las clases que repudian a morena.
Ricardo Monreal es uno de los artilleros más valiosos del partido en el poder, uno que dignifica el caótico ambiente que se respira. Su suerte depende de que su compañero de caminatas, López Obrador, lo vea con sentido y practicidad y que la propia Claudia desee contar con un político del tamaño de las habilidades de, ya sea un jefe de gobierno o de un secretario de gobernación.
A Ricardo Monreal lo necesitan y no precisamente dando clases o escribiendo libros.