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MIGUEL ÁNGEL LÓPEZ FARÍAS
Lo saben, pero no lo comentan abiertamente, todo es por lo bajito, como para no incomodar al jefe, la carrera corcholatera dibuja a los potenciales damnificados y a quienes, contrario a los dados, estarían resistiendo y avanzando.
Comencemos:
Los ojos están puestos en Claudia, por ser la favorita del profesor, pero el cáliz entregado a ella, no termina de ser agradable, sometida a una exposición mucho más abierta en política, no ha conseguido despertar ni emociones ni pasiones, enfrascada en aburrir, debido a su falta de carisma y generando que su sistema arterial, dependiente de palacio, requiera más porras y más apoyos…solo que ni con eso. Los números no le dan, está estancada y eso preocupa a su creador.
En el caso de Marcelo, hundido en un bucle de la historia, en dónde se ve el espejo de Manuel Camacho Solís y su paso por el mismo capítulo de ser el amigo del presidente, que lleva bajo el brazo la promesa de que ahora le toca a él, pero al final se quede sin torta. Marcelo así respira, en un juego que ya se dio cuenta, no es fue diseñado para el…la interrogante es una ¿qué hará una vez que el dedo del patrón lo ignore? Yo digo que su futuro es naranja.
De Adán Augusto queda el impulso de una buena estrella por su paso en Segob y de ahí, una caída estrepitosa, revelando que ser la segunda voz en el gobierno le dio reflectores, pero no los suficientes…súmele el que debe cargar con sus debilidades por las jóvenes amistades…Adán tenía un chorro de voz, hoy no llega ni a chisguete…otro damnificado.
El otro personaje es Gerardo Noroña, quien jamás se imaginó tener este nivel de exposición, un hombre «meme», picante para el caldo, pero solo eso, como buen ingrediente, sin llegar a ser el plato principal.
Y llega quien hasta hace un año era considerado el rebelde, el que, desde el senado, podía ponerle sabor a los equilibrios entre los poderes de la República.
Ricardo Monreal, es quien mejor ritmo lleva, las mediciones que mandan a hacer en palacio arrojan que Monreal ha ido ganando muchas simpatías, que se le ve con solidez y que por fin está ganando miradas entre los grupos más duros de morena, Ricardo Monreal lleva una de las agendas más austeras, pero muy efectiva en materia de difusión, sus redes sociales llegan bastante bien a la opinión pública y, a diferencia de los evidentes acuerdos publicitarios de Claudia y Marcelo con las grandes televisoras , al de Zacatecas se le ve con elevado reconocimiento entre los de morena y es orgánico, se trata de un personaje que no ha sido inflado.
Pero, ¿esto de qué sirve? En palacio lo ven con solidez a diferencia de los demás, los cuales emprendieron tácticas de fuego amigo, ataques entre los punteros, puñaladas discretas o por encargo. Ricardo Monreal parece ser que se cocina en otro lado y ello le permite elaborar con mayor serenidad y sin distracciones todo un plan de trabajo para el país, con mensajes prácticos y que entiende la mayoría de los mexicanos.
El diagnóstico sobre estos personajes no es desconocido para el elector principal, de hecho, el único.
López Obrador solo tiene dos opciones…la que insiste en mantener o la que el sentido político indica.
Y el tiempo corre.
