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MIGUEL ÁNGEL LÓPEZ FARÍAS
«Si las condiciones lo permiten, competiré por la candidatura para el gobierno de la cdmx»…sobra decir que las condiciones no son más que el piso parejo, uno inexistente, para poder jugar.
Ricardo Monreal, senador con licencia, termina el capítulo de las corcholatas, una tómbola con números cargados y que arrojó el final esperado.
Y ahora viene la tarea de la jefatura de gobierno, algunos opinadores ven mermado a Ricardo Monreal, esgrimiendo más razones viscerales que neuronales. Si partimos de la consulta aplicada a las corcholatas, tendríamos que concluir que se trató de un acto de simulación, hubiese sido más sencillo y económico que el presidente López Obrador señalara en cadena nacional a su favorita y «San se acabó», pero querían fiesta de quince años, aunque la festejada tuviese 30.
No, el doctor Monreal aún tiene mucha cuerda y su reacción respetuosa sobre lo firmado para no «hacer panchos » por lo de las consultas lo coloca en zona blanda. Ni se peleó con Claudia, ni le pataleó a Andrés Manuel, más bien fungió como bombero ante el amago de incendio que amenazaba con iniciar Marcelo.
Monreal tiene enormes posibilidades de ganar la jefatura de gobierno de la cdmx, es un político bien visto por la clase media, misma que hace un par de años reprobara a morena al darle su voto a la oposición.
Ricardo Monreal tiene el perfil de sabio, de mesurado, de hombre de leyes y con respeto hacia su palabra. Justo lo que la ciudadanía defeña exige, pues, con todo y las montañas de dinero que se reparten en programas asistenciales, la ciudad no deja de ser una bomba de tiempo… sea en el tema que sea… el antiguo corazón de Tenochtitlan no puede quedar al azar o bajo la conducción de personajes sin experiencia.
Morena ha venido empujando a un par de figuras, Clara Brugada y Omar García Harfuch, ambos con un nivel específico en el tablero, pero sin el capital de la experiencia, Clara es simpática siempre que pague entrevistas y sonría, pero sus resultados en Iztapalapa son mediocres, uno no podría imaginarse que Clara replicase sus ocurrencias en el resto de la ciudad.
Con Harfuch la cosa cambia un poco , es un hombre joven, ha mantenido un nivel óptimo de respuesta en sus tareas como policía de la ciudad, pero no sabemos cómo se desenvolvería en el campo abierto de las acciones políticas, sin olvidar que pesa sobre él la sombra de su «presunto» papel en la noche de los 43 de Ayotzinapa, lo que lo convierte en un blanco muy fácil de señalar , ¿se imagina la reacción de los familiares de los estudiantes de la normal si se enteran de que será premiado con la jefatura de gobierno?
Por ahí se mencionó a Mario Delgado, quien ha reunido una impresionante cantidad de enemigos debido a su abyecto papel de gerente de morena.
Delgado es un fusible que en cualquier momento van a quitar sino es que se quema antes .
La batalla nacional por la presidencia se verá replicada en la ciudad, aquí ,lo sensato es no jugar a los volados con el estado de ánimo de los chilangos, el efecto Xóchitl puede pegar en la arena defeña y sin lugar a dudas requieran, en presidencia, de los dotes de alguien como Ricardo Monreal, que alimente con su experiencia y conocimientos a la otra campaña, la de Claudia Sheinbaum, pero si colocan a alguien sin piernas resistentes ni pulmones entrenados en los incendios electorales, como Brugada o Harfuch, tengan por seguro que quien acompañe a Xóchitl en la aventura para la capital, se vería beneficiado por el efecto de la mujer hidalguense.
Veremos, pues, con que pie quieren entrar a las puertas del 24.
