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MIGUEL ÁNGEL LÓPEZ FARÍAS
Pero no hablamos de los ricos, sino de los ricos ricos ricos …los que aparecen en Forbes, mexicanos que juntos, manejan la economía de este país.
Y en el crudo campo de la realidad, el que vean a Claudia Sheinbaum como una aliada no es otra cosa que el movimiento que decanta sus preferencias.
Esta semana, la candidata de la 4 T se reunió con los hombre y mujeres de negocios del país. El evento fue similar al de una concentración de simpatizantes de morena en Iztapalapa, con la diferencia de que los que ahí estaban, poseen, juntos un poderoso PIB.
Los dueños de las empresas que usted me diga, Bachoco, Coppel, Lala, Bimbo, Cemex, todo el grupo Monterrey, incluyendo a Claudio X González, el papá. Todos, fueron muy atentos con la candidata, a quien le dieron trato de jefa de estado y ella manejo líneas discursivas que lejos de manejar distancia o encono, dejaron en claro que ella no es el, o sea, el presidente López Obrador, a quienes sabemos le agarró el gusto por pelearse con los del dinero, los conservadores.
Pero mire, el detalle no descansa en que tanto asentó Sheinbaum en esa reunión, sino el cómo la están recibiendo, el cómo, los dueños del dinero hicieron virar sus preferencias hacia a alguien que » debería » ser una adversaria de sus intereses. Y no es así, no en el mundo real. Eso no debería preocupar más que a Xóchitl que ella, en el imaginario colectivo, representa a ese México de las conciencias, de los que no son pobres …el México de los ricos debería ser su bastión, pero todo indica que los multimillonarios ya cruzaron la boleta antes del dos de junio.
Y no es el que los poderosos hayan cruzado una penca de maguey con el nombre de ella y ellos, se trata de lo que saben hacer estos capitanes empresariales, garantizar sus inversiones, amarrar más negocios, crecer y solidificar sus marcas, no son ni remotamente miembros del ejército de salvación, ni tampoco los villanos tal y como López Obrador los quiso hacer parecer. Se trata de visionarios, hombres y mujeres sumamente pragmáticos y que jamás apostarían por un caballo (yegua en este caso) que vaya a perder en los carriles.
Pero también es cierto, que ninguno de ellos entregaría un cheque en blanco a alguien que los vaya a maltratar. Ahí es donde el caldero hierve, pues muchos están esperando que el siguiente sexenio sea mucho más amable que este, que la inquilina de palacio deje de ser una francotiradora compulsiva y permita que las heridas sanen y las aguas se calmen.
Mientras tanto, en el cuartel de Xóchitl no debió caerles nada bien la noticia de que las grandes empresas y sus dueños le hayan coreado el “presidenta, ¡presidenta! » A doña Claudia.
Y ¿Qué va a hacer Xóchitl? ¿Qué les puede decir a sus cuates empresarios sobre este acto de infidelidad?
