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MIGUEL ÁNGEL LÓPEZ FARÍAS
Aun no arranca el segundo episodio de la saga «cuatroteista» y un nombre ha puesto a tamborilear los dedos a más de uno, Andrés Manuel López Beltrán… ¡calma!
Leyendo la extraordinaria columna de Jorge Fernández Menéndez del día de ayer martes 24 de septiembre en el que anuncia la llegada de la generación millenial a la dirigencia de morena como el arranque de «los juegos del hambre», sugiriendo una adaptación de la película a el escenario 2030 y la inclusión del hijo de Andrés Manuel, «Andy» como una de las cartas sucesorias…peeero, el sendero no es tan estrecho como en este punto se propone.
Y sin ánimo de exagerar con el oráculo, es importante mencionar que los próximos seis años implicaran una larga travesía hasta otear el siguiente horizonte, mientras habremos de ir dando cuenta del nacimiento y consolidación de la figura presidencial de Claudia Sheinbaum , misma a la que no se le debe escatimar ni preparación ni sentido pragmático de hacer política, pues considero que la doctora esta por salir de la crisálida y mostrarse como alguien muy distinta a lo que sus detractores señalan, que se trata de una copia de Andrés Manuel y esas cosas que son del mundo misógino y de añejos rencores.
Andrés Manuel López Beltrán ha caminado a lado de su papá, le ha funcionado como operador y negociador, pero hay herencias que no se dan por capricho, se adquieren al calor de la batalla, tal es el caso del instinto político de López Obrador, y que no sabemos si posee su hijo…esto es similar con Luis Donaldo Colosio Riojas, hijo de Colosio Murrieta.
El hoy senador es un personaje importante , y que arrastra una carga emocional que impacta en el imaginario social, sostiene la historia trágica de aquellos años funestos del México que «tenía sed de justicia», pero más allá de eso, no hemos podido calibrar si el hijo tiene el empaque del padre, ( es más, nunca sabremos si Luis Donaldo Colosio, el finado, era el gigante que las leyendas cuentan, y no lo podemos saber por qué su vida termino siendo la del mártir de un sistema, pero no fue presidente, no sabemos si lo haría bien o mal, así de simple).
Ambos juniors son sombras de dos personajes sumamente populares, Andrés Manuel López Beltrán y Luis Donaldo Colosio Riojas van a estar en más boletas, y muy probablemente en el 2030, pero el ácido de los días por venir pondrá a prueba su capacidad de resistencia pública.
Andy es el que más se expone, pues el cargo en morena lo mantendrá como un blanco fácil de la prensa crítica y de lo que queda de oposición política, ya que su mano tuvo que ver con prácticamente todas las obras faraónicas ordenadas por su papá, ese es un lastre que lo ira minando, en palacio nacional no estará Andrés Manuel, sino Claudia , y por más que la presidenta electa desee poner el pecho por los apellidos López Beltrán, la carga de sus propias tribulaciones terminaran dando salida a otro tipo de prioridades, y no es capitulo para traiciones u olvidos, solo es que inevitablemente el país requerirá de nuevas vitaminas para su operación y no su descuido.
el 2030 está aún muy lejos, por más que los juniors se froten las manos, existe, y así será en pocos días, un nuevo estilo presidencial de hacer las cosas, ya lo veremos y lo viviremos.
