MIGUEL ÁNGEL LÓPEZ FARÍAS
La fiscalía general de los EUA emitió un memorándum pidiendo » la eliminación total de los carteles y las organizaciones criminales trasnacionales»,» el 20 de enero de 2025, el presidente Donald Trump ordeno al gobierno federal revisar las estrategias de seguridad nacional y contra el narcotráfico. esta política requiere un cambio fundamental en su seguimiento».
En el menú no solo encontraremos a los carteles mexicanos, sino a todos los que, desde Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú etcétera, operan.
Eso de que los van a borrar de la faz de la tierra es una más de los discursos propagandísticos de Trump, si de verdad quisieran golpear a dichos carteles atacarían los multimillonarios recursos que genera.
En el caso nacional, estaríamos hablando de cerca de 200 mil millones de dólares al año, lana que aceita no solo la maquinaria corrupta de policías, políticos y sus partidos, jueces, ministerios públicos, etc. sino la otra línea, la de la banca y empresas que provocan que ese dinero sucio deje de serlo.
¿Por qué Trump no habla del dinero que produce el narco y lo que en su país ocurre con esos recursos?, por una cosa es segura, los capos de hoy no actúan como Pablo Escobar que llenaba casas con maletas repletas de millones de dólares, en la actualidad dichos billetes son la gasolina que hace que se mueva la industria de compra y ventas de armas en los EUA, de corredurías en NY y de operaciones financieras simuladas.
¿Dónde se podrían esconder los 200 mil millones de dólares que se generan al año? dinero que, por cierto, supera al PIB de naciones como Afganistán, Bangladés, Colombia , Ecuador, Maldivas, Myanmar , Nepal y Perú, ( datos de la ONU).
México es el país donde el dinero ilícito corre sin recato cada año.
los carteles de la droga , como membretes y sus principales cabecillas, solo son la conveniente fachada y cada que el consumo de drogas rebasa y golpea la línea de la opinión pública gringa (los zombis consumidores de fentanilo en filadelfia no son una imagen digna para presumirse y la hipócrita derecha gringa – aunque se atasque de cocaína en las zonas de banqueros-no les es muy de su agrado) , es en ese punto de escándalo cuando se asoma esa doble moral tan propia de los del norte y solo así es que se determina hacer algo. (En los tiempos de Regan, el tráfico de marihuana de México hacia los EUA era tolerado, pues los carteles nacionales fungieron como operadores de la CIA para el envío de armas a la contra nicaragüense, todo reventó cuando la opinión pública de allá presiono a su gobierno y aparecieron operativos como la del rancho el búfalo y la historia de Rafael Caro Quintero, el asesinato del «Kiki» Camarena).
Ahora, este escenario, le viene como anillo al dedo a la presidenta y la coloca en una sola posición, combatir a los malditos asesinos con toda la fuerza del estado, sin ataduras ni componendas tan del pasado.
Trump, con todo y lo desquiciado, obliga a romper con los viejos pactos, pero no solo del anterior gobierno, sino de los últimos tres o cuatro, en el que el poder transexenal de los carteles se adhirió a la vida del país, al grado de ser parte ya de la cultura mexicana.
Ahora, la gran pregunta es ¿de qué tamaño será la reacción de los capos de los carteles de la droga?, porque una cosa es cierta, no se ve que por las buenas vayan a dejar las armas y su actividad criminal.