Paseo de la Reforma inundado por festejo de la diversidad sexual; congregó a 250 mil miembros de la comunidad LGBTQ+

Foto tomada de Excélsior

>> Desde las 10 de la mañana, miles de personas se congregaron entre el Ángel de la Independencia y la Glorieta del Ahuehuete para avanzar al Zócalo capitalino en la Marcha del Orgullo LGBTQ+. Fotos: Elizabeth Velázquez y Eduardo Jiménez

Información de Jonás López/Excélsior

Ciudad de México, 25 de junio (entresemana.mx). El Paseo de la Reforma se inundó del orgullo de la di­versidad sexual de mexicanos de todo el país, dos años des­pués de que covid-19 apagara las celebraciones y en medio de una quinta ola de contagios que ha encendido ciertas alar­mas en el mundo pues, tras relajar las medidas sanitarias, el control de la pandemia y del contagio se complica, aunque los síntomas sean menores gracias a las vacunas.

De acuerdo con infor­mación oficial el gobierno capitalino calculó 250 mil asistentes, cifra similar a la re­gistrada en 2018.

Sin embargo, algunos par­ticipantes calculaban que pu­dieron ser hasta medio millón de personas, pues desde las 10 de la mañana, hora de la re­unión entre el Ángel de la In­dependencia y la Glorieta del Ahuehuete, hasta ya entrada la noche las personas no pa­raban de desfilar rumbo al Zócalo capitalino en la 44 edi­ción de la Marcha del Orgullo LGBTQ+.

Se unieron diplomáticos de Alemania, Australia, el Banco Mundial, Canadá, Dinamarca, Estados Unidos, Francia, Irlanda, Noruega, Nueva Zelanda, Quebec, Reino Unido y la Unión Europea.

Olvidando la sana distan­cia, pie a pie los asistentes caminaban de un lado a otro buscando la fotografía con el outfit más audaz, o simple­mente con quien les llamara la atención. No tenían miedo al contagio. Algunos de los pre­sentes llevaban una cartulina con todas las letras del abe­cedario en la que tachaban una letra cada vez que besa­ban a una persona cuyo nom­bre tuviera esa inicial, así que los cubrebocas del arcoíris no duraron mucho puestos.

Lesbianas, gays, bisexua­les, transexuales, transgéne­ro, travestis, intersexuales, queers, asexuales, pansexua­les, agéneros y toda la gama de la diversidad de orienta­ciones y preferencias sexua­les se mostraron orgullosos de reconocerse como una co­munidad que cada vez crece más en un país que no termi­na de discriminar y cuestionar su elección de vida.

El orgullo es poder ex­presarnos, poder decir aquí estamos, que nos vean y po­der reclamar los mismos de­rechos que cualquier otra persona”, expresó Alejandro, hombre gay de Oaxaca.

Es la marcha del orgullo de celebrar quienes somos, o sea este día lo podemos ocu­par para salir libres y sentirnos cómodos con toda la comuni­dad”, señaló Sasha Bratz, una persona no binaria originaria de Naucalpan, Estado de Mé­xico, quien agregó que le ha costado encajar en la socie­dad al expresar su identidad de género.

Queremos que se alce la voz primero para hacer­le conciencia a los médicos que en sus protocolos apren­dan a manejarlo mejor y que no nos enfrenten a un colec­tivo de 10-12 residentes para que nos revisen a las personas de pies a cabeza, porque ob­viamente somos una persona entre cada 100 mil, son muy pocas las personas que son intersexuales”, explicó Mary, originaria de Nayarit e inte­grante del colectivo Brújula Intersexual.

Participó por primera vez un grupo de diplomáticos de Alemania, Australia, el Banco Mundial, Canadá, Dinamar­ca, Estados Unidos, Francia, Irlanda, Noruega, Nueva Ze­landa, Quebec, Reino Unido y la Unión Europea. También marchó un contingente de la Secretaría de Relaciones Exteriores.

Más allá de las expresiones individuales en pos del res­peto, la inclusión y la no dis­criminación, las consignas de la organización general de la marcha fueron dedicadas a las mujeres de la diversidad para que vivan en paz y liber­tad bajo el lema “¡Las calles son nuestras! Por una diver­sidad libre de odio, violencia y machismo”, así como el res­peto al amor en todas sus for­mas y colores.

CAUSÓ MOLESTIA RETRASO DE INICIO DE MARCHA

Quince minutos después de las 12:00 horas, hora a la que estaba programa­do el inicio de la Marcha por el Orgullo LGBTQ+, los gritos de “vámonos” y “era a las 12” no se hicie­ron esperar.

Integrantes de esta comunidad lucían desesperados, pues la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, debía llegar a mediodía para dar el ban­derazo de salida y recibir un pliego petitorio.

De acuerdo con una oradora, ellos llegaron a las 10:00 horas, pero ya había pasado media hora y la mandataria capitalina no llegaba. “Esto es una burla”, dijo enojada.

Acusó que con esas acciones, “el sistema nuevamente nos vuelve a invisibilizar”.

Un par minutos des­pués, Sheinbaum llegó a las escalinatas del Ángel de la Independencia en donde se colocó el tem­plete, pero el protocolo ya estaba roto.

La jefa de Gobier­no sólo lanzó unas pala­bras, pero en el fondo se escucharon abucheos y rechiflas.

Tras su discurso, escu­chó los posicionamientos de la comunidad LGBTQ+ , entre cuyas peticiones están acceso a vivienda digna, salud integral, tra­bajo en condiciones se­guras, educación integral de la sexualidad sin pre­juicios, acceso a la jus­ticia, una vida libre de violencia y el derecho a un libre desarrollo de la personalidad.

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