>> Después de larga y afectiva relación AMLO y Ken “se rompieron las medias”
>> La reforma judicial fue la “manzana de la discordia” entre el azteca y el yanqui
>> Senado estadounidense apoya a su embajador y critica a López y Sheinbaum
MARIO DÍAZ
H. Matamoros, Tamaulipas. Con todo y que la relación se encuentra en un período de pausa, lo cierto es que terminó la “luna de miel” entre el presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR y el embajador de los Estados Unidos en México, KEN SALAZAR.
Mientras el primero se escuda en el respeto a la soberanía nacional y no injerencia extranjera en asuntos internos, el segundo, en cambio, argumenta que solo cumple con su deber de atender las inquietudes de los inversionistas estadounidenses y el cumplimiento de lo establecido en el Tratado Comercial.
La “manzana de la discordia” es la iniciativa de reforma al poder judicial que ha polarizado los criterios de distintos sectores nacionales y, sobre todo, a empleados, jueces, magistrados y ministros del Poder Judicial de la Federación.
Por razones propias de sus respectivas investiduras, la verdad monda y lironda es que a ambos personajes les asiste la razón, obviamente, desde sus propias perspectivas, pero, a final de cuentas con argumentos que les dan la razón.
Sin embargo, el jefe del Ejecutivo federal consideró como una ofensa intervencionista el pronunciamiento del embajador yanqui al opinar sobre los riesgos que representa el voto popular para elegir a los togados federales, lo que, a su vez, ha provocado incertidumbre entre los inversionistas del tío Sam.
En contraparte, SALAZAR se inclina en una postura de “no pelearnos”, precisando que el hecho de trasmitir la inquietud de sus connacionales sobre un tema de exclusividad mexicana, no significa injerencia o intervención en la política interna de México.
Sea como fuere, el presidente LÓPEZ OBRADOR decidió poner en pausa la relación diplomática con las embajadas en México de los Estados Unidos y Canadá, “hasta en tanto los gobiernos de ambos países ratifiquen que van a ser respetuosos de la independencia y soberanía de México”.
No obstante, la lógica revirada tuvo su origen en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado de los Estados Unidos de América por parte de legisladores republicanos y demócratas quienes precisaron que:
“Instamos firmemente a la administración de López Obrador, así como a la administración entrante de Sheinbaum, a perseguir sólo aquellas reformas que mejoren las calificaciones profesionales, combatan la corrupción, protejan la autonomía judicial y fortalezcan la confianza de los inversionistas. Estas consideraciones son esenciales para preservar los valores democráticos y la prosperidad mutua que unen a nuestras naciones”.
“Nos preocupa profundamente que las reformas judiciales propuestas en México socaven la independencia y transparencia del poder judicial del país, poniendo en peligro intereses económicos y de seguridad críticos compartidos por nuestras dos naciones. También nos alarma que varias otras reformas constitucionales actualmente en discusión puedan contradecir los compromisos asumidos en el Acuerdo Comercial México-Estados Unidos-Canadá, cuya revisión está programada para 2026”.
Como es evidente, el Senado del país de las barras y las estrellas fue más contundente que la declaración del embajador KEN SALAZAR, respecto a la reforma judicial y sus probables consecuencias generadoras de inquietud e incertidumbre.
Pero no tan solo eso.
En su editorial semanal, el influyente rotativo The Washington Post criticó la incondicionalidad de la presidenta electa CLAUDIA SHEINBAUM hacia el presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR a pesar de los riesgos que implica para su gobierno y la amenaza tanto para la democracia mexicana como para la economía norteamericana.
“La renuencia de la señora Sheinbaum a estar en desacuerdo con el señor López Obrador es quizás comprensible, dado su control sobre el aparato político del que dependerá su próxima Presidencia. Sin embargo, esto es miope”.
“Si el intento de su patrocinador de someter al Poder Judicial tiene éxito, (Sheinbaum) se asegurará que sus primeros meses, sino años, en el cargo se vean eclipsados por una lucha por la independencia judicial. Y esto amenazará su declarada estrategia económica, que depende de la integración con la economía norteamericana”.
El editorial del influyente diario estadounidense sugiere que es necesario que la presidenta electa encuentre su propia voz y una manera de estar en desacuerdo con el plan del jefe de las instituciones federales.
Al final de la jornada, el pronunciamiento de The Washington Post muy seguramente no influirá en el criterio de la primera mujer presidente de México, quien, desde antes de cruzarse la banda presidencial, ha dejado más que claro que seguirá fielmente el proyecto de nación diseñado por quien gobierna la Cuarta Transformación.
DESDE EL BALCÓN:
I.-La pausa en la relación diplomática con las embajadas de los Estados Unidos y Canadá, de acuerdo al presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, es una lección para que aprendan a respetar la soberanía nacional.
¿Será?
Y hasta la próxima.