>> Asesinatos, malos debates y bombardeo publicitario en elección 2023-2024
>> Fenómeno meteorológico atípico enrarece aún más el actual proceso eleccionario
>> Por obra y gracia de la 4T, “chairos” y “fifís” coincidirán en las urnas
MARIO DÍAZ
H. Matamoros, Tamaulipas. Como si la violencia extrema, la escasa aportación de los debates al electorado y el bombardeo mediático de los spots políticos no fueran suficientes nubarrones que han opacado el actual proceso eleccionario, el derrumbe del templete y sus trágicas consecuencias en San Pedro Garza García, Nuevo León, ha enrarecido aún más el ambiente previo a la jornada de votación.
En efecto, la elección concurrente 2023-2024 pasará a la historia política del país como uno de los procesos cívicos más violentos con un saldo mortal en grado superlativo, sazonado, por supuesto, con los clásicos levantones, golpizas y amenazas a quienes compiten por un cargo de elección popular, pero afectan intereses de grupos fácticos.
También, a juzgar por los resultados de los debates presidenciales avalados y sancionados por el Instituto Nacional Electoral (INE) no resulta temerario ni aventurado asegurar que tales ejercicios cívicos aportaron muy poco a los ciudadanos que poseen una credencial de elector.
Las condiciones climáticas también han contribuido al enrarecimiento de la elección que convoca a las urnas el domingo 2 de junio para renovar la Presidencia de la República, el Congreso de la Unión, 32 Congresos locales, 8 gubernaturas y el gobierno de la Ciudad de México, además de un sinfín de alcaldías.
La tragedia ocurrida la noche del pasado miércoles en San Pedro Garza García, Nuevo León, durante el cierre de campaña de la candidata por Movimiento Ciudadano a la alcaldía, LORENIA CANAVATI, evento político en donde también se encontraba el candidato presidencial emecista, JORGE ÁLVAREZ MÁYNEZ, colocó un nuevo moño negro a la elección concurrente 2023-2024.
Como consecuencia del embate del fenómeno meteorológico calificado como atípico, nueve personas perdieron la vida al caerles encima la estructura del templete y 121 asistentes al cierre de campaña resultaron lesionados.
Y qué decir del exagerado bombardeo mediático a través de los distintos medios electrónicos para promocionar a los candidatos y los partidos políticos que los apoyan, en atención a las reglas de la autoridad electoral.
Vale la pena precisar que, si bien es cierto que la confrontación de abanderados e institutos políticos es común en los procesos electorales es una práctica común, también es una verdad de a kilo que la polarización actual de los electores mexicanos ha superado la efervescencia natural de otras jornadas cívicas.
Asimismo, no es faltar a la objetividad apuntar que durante el sexenio de la Cuarta Transformación se ha acentuado la polarización ciudadana, colocando en esquinas opuestas a “chairos” o reformistas y a “fifís” o conservadores.
Para bien o para mal, de acuerdo con el cristal con que se observe, la política social del presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR con la bandera de “primero los pobres» prácticamente ha dividido a la sociedad mexicana.
Cierto es que en toda sociedad democrática los programas asistenciales tienen como prioridad la atención a las clases marginadas para reducir la brecha entre ricos y pobres, pero sin olvidar que la sociedad se compone de otros estratos que también merecen la atención gubernamental.
Sin embargo, el régimen sexenal de la 4T ha concentrado los programas sociales justamente entre los que menos tienen como una manera de apuntalar una supuesta o real transformación, pero, al mismo tiempo, como una manera de fortalecimiento político con miras a la continuidad del lopezobradorismo.
Sea como fuere y al margen de asesinatos, debates, spots publicitarios y catástrofes por fenómenos meteorológicos, la triste realidad es que el actual proceso electoral que convoca a las urnas el domingo 2 de junio pasará a la historia como uno de los más enrarecidos.
Ni hablar.
DESDE EL BALCÓN:
I.-Cierto, cierto, muy cierto: el relevo presidencial de CARLOS SALINAS DE GORTARI que derivó en el magnicidio del entonces candidato priísta LUIS DONALDO COLOSIO es un episodio triste en la política mexicana que todavía es muy recordado.
Y hasta la próxima.