>> Militarización de la Agencia Nacional de Aduanas de México no frena la corrupción
>> Elementos de la Guardia Nacional hacen labor de inspectores de comercio exterior
>> Barricadas y “ponchallantas” no es el mejor escenario para el turismo
MARIO DÍAZ
H. Matamoros, Tamaulipas. Si el gobierno de la Cuarta Transformación creyó que con la militarización de las aduanas y su desconcentración de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público terminaría la corrupción, la 4T se equivocó rotundamente.
En efecto, la creación de la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM) ahora bajo el mando del general de división retirado ANDRÉ GEORGES FOULLÓN VAN LISSUM no se ha convertido en el antídoto que frene el contrabando documentado que alimenta el comercio en el barrio Tepito de la ciudad de México, el paso de armas a territorio nacional y la descarada importación de hidrocarburos con documentación que no corresponde a la mercancía.
Por supuesto, nada que no ocurriera cuando la ANAM tuvo mando superior civil con el ahora secretario de gobierno del estado de México, HORACIO DUARTE, quien, incluso, motivó una investigación de la Secretaría de la Defensa Nacional y el Centro Nacional de Inteligencia.
La indagatoria establece que durante el tiempo que tuvo bajo su responsabilidad las 50 aduanas en el país-del primero de enero al 12 de octubre de 2022-presuntamente DUARTE recibió recursos de negociaciones con operadores externos de las aduanas de Baja California y Sonora.
Asimismo, el informe confidencial documenta probables actos de corrupción relacionados con el contrabando de hidrocarburos y de pepino de mar, durante el tiempo que tuvo a su cargo la aduana en Progreso, Yucatán.
Sin embargo, extrañamente, ni la SEDENA ni el CNI presentaron la acusación respectiva ante la Fiscalía General de la República o a la Secretaría de la Función Pública para judicializar el informe interno entre sus titulares CRESENCIO SANDOVAL y AUDOMARO MARTÍNEZ ZAPATA, respectivamente.
Por cierto, cabe señalar que actualmente existe una pugna entre ambos mandos militares de alto rango por el control de las aduanas, luego de que el presidente LÓPEZ OBRADOR decidió encargar esa responsabilidad a la Secretaría de la Defensa Nacional.
Además de los millonarios beneficios económicos que deja el contrabando documentado, la venta de la titularidad de las 50 aduanas en el país es otra fuente de financiamiento para quienes otorgan el visto bueno.
En este puerto fronterizo, por citar un ejemplo, un Mayor del Ejército Mexicano identificado como PEREGRINO “N”, auxiliado por un civil con residencia local, contactó a varias personas interesadas en administrar la aduana de esta ciudad a cambio de sumas millonarias.
Tras entrevistas con altos mandos militares y titular de la Secretaría de la Función Pública, nunca aterrizó el convenio pactado entre el jefe militar y un profesionista interesado.
Contrario al programa de trabajo del gobierno del presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR orientado a combatir la corrupción, los malos manejos continúan, sobre todo, en las aduanas fronterizas con los Estados Unidos.
Todo parece indicar que al igual que durante la administración de la ANAM del ahora funcionario mexiquense, ahora, bajo el mando militar, se continúa manipulando el Sistema de Parametrización de la citada dependencia federal.
Pero no tan solo la corrupción continúa campeando en las aduanas fronterizas de México; con el personal de la Guardia Nacional haciendo funciones de inspectores de comercio exterior el flujo vehicular ha sido impactado por la drasticidad y lentitud de las revisiones.
Además, por citar un ejemplo, en los puentes internacionales que unen las ciudades de H. Matamoros, Tamaulipas con Brownsville, Texas, se brinda un escenario nada halagador al turismo norteamericano con el exceso de barricadas y “ponchallantas”, como si se viviera en un estado de guerra.
En consecuencia, desde cierta perspectiva, es más que evidente que la militarización de las oficinas públicas federales no necesariamente representa una garantía del freno a la corrupción que pretende el régimen lopezobradorista.
Como dirían en el rancho “tal malo el giro como el colorado” en alusión a mandos civiles y militares.
Ni hablar.
DESDE EL BALCÓN:
I.-Dicen que para engañar incautos el Mayor del Ejército Mexicano PEREGRINO “N” presumía ser propietario de minas en Zacatecas y que tenía el control de la construcción de la refinería Dos Bocas.
¿Cómo la ve?
Y hasta la próxima.